Casi todos los atletas son del PP

Carrera electoral, metáfora pulida, menuda precisión. «He acabado Mundiales más fresco», bromea Jesús Ángel García Bragado que por segunda vez opta a alcalde de Sant Adrià del Besòs, al lado de Badalona, y sabe de lo habla: oro en Stuttgart 1993, aún corre andando 50 kilómetros. Político atleta o atleta político, tanto da. «Voy a descansar entrenando», añade Ruth Beitia, tan notable saltadora de altura, bronce en Moscú 2013, como de puestos en la lista: del nueve al seis en la candidatura al Parlamento de Cantabria. Los dos por el Partido Popular, una tradición extensa. En las últimas décadas hasta diez medallistas mundialistas, entre ellos cuatro de los seis campeones, se han presentando a unas elecciones por la formación conservadora.

Trabajar. Hacer. Crecer. Correr. ¿A qué se debe esa preferencia? «Somos el partido del sacrificio, de la lucha, del trabajo y esos son los valores del atletismo», dice Beitia, hasta ahora secretaria primera del Parlamento , que monta un mitin al teléfono y repite en clave deportiva: «La primera parte ha sido dura, muy trabajada, pero nos hemos ganado jugar la segunda». García Bragado, más cercano, «de la calle», siguiendo lo que llama ‘la receta Albiol, en referencia a su ‘vecino’ Xavier García Albiol, admite: «La vida de un atleta es corta y todos queremos disponer de nuestras rentas, una economía liberal. En su segunda legislatura, Aznar consiguió que no tributáramos a Hacienda y eso generó muchas simpatías».




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