El Deportivo triunfa en la fiesta del Barça

Los guiños del fútbol son insospechados, y más si se juega la última jornada, bien que lo sabe el Deportivo. Nadie daba un céntimo por el equipo gallego, abatido doblemente por Messi en un partido plano y destensado, cuando empató con dos tiros al bulto y escapó del descenso ante el asombro de la Liga. El Barcelona se enredó con los cambios, cerró antes de hora el homenaje a Xavi y permitió la resurrección del afortunado Deportivo. A veces en se pierde un título por un penalti fallado de Djukic en el último minuto y en ocasiones se evita la Segunda División en el último encuentro con un tiro de Salomão. Cosas del fútbol.

Barcelona: Masip; Adriano, Bartra (Mascherano, m. 70), Vermaelen (Douglas, m. 63), Mathieu; Xavi (Iniesta, m. 40), Sergi Roberto, Rafinha; Pedro, Messi y Neymar. No utilizados: Bravo; Montoya, Jordi Alba y Munir.

Deportivo: Fabricio; Laure, Lopo, Sidnei, Canella (Medunjanin, m. 39); Bergantiños, Borges; Salomao, Juan Domínguez (Oriol Riera, m. 62), Cavaleiro; y Lucas (José Rodríguez, m. 85). No utilizados: Lux; Insua, Postiga y Helder Costa.

Goles: 1-0. M. 5. Messi. 2-0. M. 59. Messi. 1-2. M. 67. Lucas. 2-2. M. 75. Salomao.

Árbitro: C. Gómez amonestó a Mathieu y Laure.

Camp Nou. 93.743 espectadores.

Ya no hubo quien se acercara a Fabricio después del 2-2 para desespero de Ipurua. El Deportivo supo perder el tiempo y se endureció lo suficiente para disuadir al Barcelona, ya sin Xavi en la cancha, pendiente el Camp Nou de la Copa y la Champions. El empate final destempló a la hinchada del Barça, que nunca había reparado en el empate durante una tarde primaveral preparada para los festejos propios y no ajenos, dimitido como parecía el Deportivo, importante como ha sido Xavi, eufórico como está el Barça. Al hincha que pone en duda el triplete se le quema en la hoguera, extremista como ha sido siempre el Barcelona.

El Deportivo fue un equipo triste y mudo, sin nada que decir, durante una hora larga. Pareció asumir el descenso como una fatalidad irremediable, imposible empatar con el Barça. No despertaba ni con el saco de goles del Eibar. Actuaba como invitado del adiós liguero de Xavi, futbolista monumental por su técnica, sabiduría, pulcritud y sencillez, metrónomo del Barça. También ayer tuvo la cadencia justa en el pase, la velocidad de balón precisa, un sentido muy agudo de la orientación, una vista panorámica excelente, fuente del juego en el Barcelona.

Xavi capitaneó un equipo muy nuevo, sin los clásicos Alves, Piqué, Rakitic, Busquets ni Luis Suárez, y en cambio con las novedades del portero Masip y el central Vermaelen, que debutaba en el Barça. Nadie dudaba en cualquier caso de las intenciones azulgrana en una jornada muy delicada e intereses diversos, implicados muchos equipos en la Liga. La velocidad e intensidad del Barça sacaron al Deportivo del encuentro en cuanto pitó el inicio Clos Gómez. Messi convirtió un córner en contra en un precioso cabezazo que abatió a Fabricio: 1-0.




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