WhatsApp ha dado marca atrás en su decisión de cancelar la cuenta a los usuarios que no acepten sus nuevos términos de uso, pero también ha creado incentivos muy perversos para convencer a la gente para que lo haga.
Desde que Facebook compró WhatsApp muchos usuarios han ido viendo cómo la integración entre los dos servicios era cada vez mayor, por mucho que Mark Zuckerberg declarara ante los responsables europeos que no era posible.
Esto llegó a un punto en el que los usuarios de la aplicación de mensajería deberían aceptar que cierta información (no personal) fuera compartida con la empresa matriz con fines comerciales. Y si no aceptaban su cuenta sería cancelada.
Finalmente, WhatsApp anunció que daba marcha atrás y no cancelaría las cuentas de estas personas, pero ahora sabemos qué otros medios va a utilizar para invitar a la gente a aceptarlas.