El hombre, reincidente, le dio a su hijo y al de una amiga bolsas con objetos sustraídos para evitar sospechas, según fuentes de la investigación
Los vecinos de Coria del Río (Sevilla) sospechaban de él y creían que era el autor de varios hurtos en viviendas de la localidad. El pasado mes de noviembre lo vieron en las inmediaciones de domicilios donde habían entrado a robar. Pero K. M. G., de 27 años, no fue detenido hasta la semana pasada, por ser el supuesto autor de varios robos con fuerza, uno de ellos valiéndose de su propio hijo, de tres años, y de una amiga del menor, de cuatro.
La explicación que barajan los agentes es que, dado que era muy conocido en el pueblo, utilizó a los menores “para evitar sospechas y dar sensación de normalidad o quizás porque estuviera a cargo de ellos”. “Le pillaron con un taladro de la casa y alguna cosa más. Pequeños efectos que se pueden transportar fácilmente y para los que utilizó puntualmente a los niños”, explican fuentes policiales.
Los hechos investigados ocurrieron en noviembre, cuando el ahora arrestado perpetró dos robos a plena luz del día en Coria del Río. Los agentes ya estaban advertidos de varios allanamientos que “se venían dando en el municipio por el método del escalo [trepando por la fachada para alcanzar ventanas o balcones]”, según fuentes conocedoras del caso. En uno de los robos, para el que no utilizó su habitual método del escalo, es en el que se valió de los pequeños.
El supuesto ladrón era especialista en asaltar viviendas y tenía múltiples antecedentes, de acuerdo con las pesquisas recogidas en la comisaría de la Policía Local del municipio sevillano. Además, un informe de Policía Científica y declaraciones testificales relacionaron al detenido con esos robos. Viejo conocido de la justicia, el detenido había estado en la cárcel y en su registro constaban 48 detenciones, 20 de ellas por robos con fuerza. Antes de ser capturado por el presunto robo en dos viviendas, pesaba sobre él una orden de ingreso en prisión emitida por el Juzgado de lo Penal Número 10 de Sevilla. Ahora, los agentes continúan trabajando para esclarecer otros pillajes en los que se presume su participación.
