Hallan ahorcada en su celda a la española Rosario Porto, condenada junto a su marido por el asesinato de su hija adoptiva

Funcionarios del centro penitenciario de Brieva (en la provincia de Ávila) han encontrado esta mañana muerta en su celda a Rosario Porto, la mujer española condenada en 2015 junto a su marido por el asesinato de la pequeña Asunta, la hija que habían adoptado un año antes. 

Tras notar la ausencia de la reclusa durante el recuento matinal, los guardias de la prisión la encontraron en su celda, ya sin vida, colgada de un cinturón de tela atado a la ventana, según informa la prensa local. Inmediatamente dieron aviso a los servicios médicos de emergencia, que practicaron sin éxito maniobras de reanimación a su llegada, tras lo cual solo pudieron certificar su muerte.

Intentos anteriores de suicidio

Porto ya había mostrado conductas autolesivas con intención probable de suicidio en otras ocasiones. El 12 de noviembre de 2018 se enroscó un cordón alrededor del cuello mientras estaba en las duchas de la cárcel, pero los funcionarios acudieron a tiempo de impedir su muerte.

Aunque no quedó acreditado que quisiera acabar con su vida, el incidente motivó que en adelante se intensificara el protocolo de prevención de suicidios en su caso.

Previamente, el 24 de febrero de 2017, había sido ingresada en un hospital tras la ingesta de una dosis excesiva de un medicamento que tomaba habitualmente por prescripción médica.

El caso Asunta

La investigación de la muerte de la pequeña Asunta Basterra conmocionó y mantuvo en vilo a España desde su desaparición el 21 septiembre de 2013. Su cuerpo sin vida fue hallado a la intemperie, en un camino forestal, al día siguiente. La niña tenía tan solo 12 años cuando murió.

Rosario Porto y Alfonso Basterra, que habían adoptado a esta menor de origen chino hacía un año, habían denunciado su desaparición la noche anterior al hallazgo del cadáver, pero no tardaron en convertirse en los principales sospechosos. La Policía encontró «incongruencias y ambigüedades«, así como «versiones contradictorias», en sus declaraciones.

Los investigadores encontraron varias pruebas incriminatorias en los registros del domicilio familiar y los análisis forenses concluyeron que la niña fue sedada con medicamentos antes de morir asfixiada, de manera «violenta».

En noviembre de 2015, la Audiencia Provincial de A Coruña dictó una condena de 18 años de prisión para cada uno de los padres de Asunta, por un delito de asesinato con agravante de parentesco.

En marzo del año siguiente, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia desestimó los recursos interpuestos y ratificó la condena. Su Sala de lo Civil y Penal consideró que fue la madre quien asfixió a la menor, sin la colaboración del padre, pero ejecutando un plan preconcebido con él, por lo que aplicó la misma pena a ambos.

Fuente: RT.




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