Nieta del tirano Trujillo Aida Trujillo Ricart dice los familiares del satrapa deben pedir perdón en vez de aspirar a la presidencia

La escritora Aida Trujillo Ricart, nieta del dictador Rafael Leonidas Trujillo, sostuvo que en lugar de anunciar aspiraciones presidenciales, lo que corresponde a todos los descendientes del tirano, es pedir con humildad, perdón al pueblo por los daños causados durante el régimen de fuerza. Aida Trujillo Ricart, autora de “A la sombra de mi abuelo” novela que ganó el Premio Nacional de Novela 2008, en la que critica la dictadura descabezada en 1961 por ajusticiadores, dijo que Ramfis Domínguez Trujillo, a quien no conoce en lo personal, evidencia por sus declaraciones que es una persona inmadura incapaz de reconocer el daño que causó su abuelo. Aida Trujillo dijo que lo que corresponde políticamente al país es refrescar su sistema, renovar con creatividad mirando al futuro, y sostiene que para esos fines, Domínguez Trujillo no le parece el más indicado. La escritora narró su posición en torno al espinoso tema, de la siguiente manera: “No es que no le considere inteligente. Ha hecho declaraciones y pronunciado discursos que demuestran que sí lo es. Pero yo, que ya cumplí los 65 años, percibo cierta inmadurez en su actitud. Mi postura es que no me agrada la postulación de mi primo a la presidencia del país.” apunta en una declaración que envió desde Madrid. “Creo que, ya que han pasado tantos años desde la muerte de mi abuelo, a quien como tal he querido y sigo queriendo mucho pero como político no (no estoy a favor de ningún tipo de dictadura, ni de derechas ni de izquierdas, me parece absurdo intentar regresar a un pasado que habría que dejar partir ya de una vez por todas”. La escritora, que está concluyendo una nueva novela, dice que cuando vivió en el país, observó a Domínguez Trujillo por televisión y detectó expresiones verbales suyas y gestos de su rostro con matices de desprecio hacia personas que habían sido perjudicadas, directa o indirectamente, por el régimen trujillista. “Lo mínimo que podemos hacer los descendientes directos del dictador es ser humildes, pedir perdón, aunque no tengamos la culpa de lo que ellos hicieron, y no jactarnos ni enorgullecernos de ello. No hay que olvidar ciertas cosas para que no se repitan. “Y, aunque muchos crean lo contrario, la realidad es que Rafael Leonidas Trujillo Martínez, más conocido como Ramfis, sí tenía intenciones de volver al país era más por la presión a la que estaba sometido por ciertos individuos a quienes les interesaba su regreso, apoyándose en un sentimiento de culpa que él tenía por no haber estado en su puesto cuando mataron a su padre, que por otra cosa. “Es harto sabido que mi papá, al que también quiero como tal, se encontraba “de bonche” en París cuando ocurrió lo que tarde o temprano tenía que ocurrir. “Como sé que habrás leído “El otro Ramfis Trujillo, sus últimos días de vida”, te confirmo que, aunque soy novelista, hay muchas verdades en su contenido. “Fíjate en mi hermano, Rafael Leonidas Trujillo Ricart, que vive en Constanza, como se comporta: manteniendo un perfil bajo, nadie sabe de su vida. Y él es nieto de Trujillo, hijo de mi padre, su primogénito.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas