La medida pretende dejar constancia «de la actividad ilegal que se está haciendo”, explican en el Ayuntamiento
Cuando la policía de Gavà (Barcelona) interceptaba a un cliente de las prostitutas que se ofrecen en la vía pública, tenía la indicación de aplicar las multas correspondientes en el lugar de los hechos. Ahora el proceso cambia: las multas se enviarán al domicilio particular, como se hace con las sanciones que no se pueden aplicar personalmente.
La medida pretende dar continuidad a las políticas de concienciación que el Ayuntamiento puso en marcha el verano pasado para erradicar la prostitución en las carreteras. “Se trata de un cambio sustancial con el objetivo que quede constancia de la actividad ilegal que se está haciendo”, explica la regidora de Igualdad del municipio, Gemma Badia.
El Ayuntamiento detectó que los infractores abonaban las multas rápidamente, con la voluntad de borrar cualquier prueba de los hechos; tampoco consta ningún recurso para tratar de liberarse del pago. La multa en el domicilio dificultará la ocultación por razones obvias y pretende reducir los servicios. “La prostitución es un delito”, remarca Badia a este diario.
Uno de los elementos más visibles de la campaña son los carteles que se pueden ver en la autovía, donde se lee: “¿Tú te lo pasas bien? Ella, no. La trata y la prostitución son un atentado contra los derechos humanos. No seas cómplice”. Los carteles ya han sido actualizados por un mensaje de alerta: “Multa de hasta 3.000 euros por servicios sexuales retribuidos en el espacio público”.
Gavà calcula que en sus carreteras entre 9 y 12 mujeres ejercen la prostitución de manera ilegal. “Acostumbran a ser siempre las mismas”, explica Badia. El verano acostumbra a ser una de las épocas con más demanda en la vía pública: el curso pasado se sancionaron unos 50 clientes, cifra que ahora se pretende disminuir enviando las multas a los domicilios particulares.
