El traslado de presos etarras a cárceles vascas, la transferencia de prisiones y la gestión de la Seguridad Social quedan en manos de comisiones bilaterales sin fijar un calendario
Durante casi dos horas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el del Gobierno vasco, Íñigo Urkullu, han constatado que tienen disposición y condiciones para llevarse bien. En este primer encuentro del jefe de Gobierno con un presidente autonómico dentro de la ronda que va a hacer con todos los gobernantes autonómicos, se ha puesto de manifiesto que es posible el diálogo si hay voluntad de que exista. Y en este caso lo hay a pesar de que haya asuntos en los que será difícil que finalmente haya pacto.
Pero este lunes Urkullu no tenía la intención de solventar asuntos pendientes desde hace muchos años como son la transferencia de la competencia de prisiones al Gobierno vasco ni tampoco la gestión de la Seguridad Social. Sí ha salido con la certeza de que asuntos mucho menos llamativos pero muy prácticos saldrán adelante. El traspaso de la gestión de determinados tramos de autopista, así como del puerto de Pasaia, serán una realidad no muy lejana. Al tiempo, una comisión bilateral de los dos gobiernos analizará las 37 transferencias que el Gobierno vasco sostiene que tiene pendientes.
“Somos la única comunidad autónoma que 39 años después de haber hecho su estatuto no ha hecho ninguna modificación”, ha recalcado Urkullu. A pesar de que su relación con el anterior Gobierno, presidido por Mariano Rajoy, no fue mala, como sustanció con la aprobación de los presupuestos y de inversiones muy relevantes para el País Vasco, parece que con Sánchez pueden ir mejor. “Ya hay algunas diferencias con respecto al Gobierno anterior. En mi segundo mandato como lehendakari, nunca fui recibido en Moncloa y tampoco se creó ningún grupo de trabajo para materializar los traspasos”, ha señalado el presidente vasco.
Además, también se van a estudiar los recursos ante el Tribunal Constitucional que el Gobierno de España ha presentado contra leyes del ejecutivo autonómico. En la medida que pueda, el Ejecutivo central puede retirar algunos de los recursos presentados por el Gobierno del PP si también desde el Gobierno vasco se matizan sus propuestas.
En esta reunión no ha habido exigencias de Urkullu para que de todas estas comisiones bilaterales salgan plazos concretos para llevar adelante las transferencias que se piden. Del lado del Ejecutivo central ha habido pocas objeciones, ya que solo se trataba en principio de hacer comisiones de estudio, pero sí Sánchez ha puesto de manifiesto algunas cautelas. Estas han sido reconocidas por Urkullu, que las ha explicado: Sánchez ha querido dejar claro que la política penitenciaria de acercamiento de presos tendrá siempre muy en cuenta el sentimiento y el respeto a las víctimas del terrorismo.
