La policía no halla signos de violencia y la vivienda estaba sin revolver
La policía ha encontrado esta tarde el cuerpo sin vida de Pablo Escribano Taioli, un médico residente de 29 años del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid), que había desaparecido el pasado 1 de mayo. Junto a este hombre se ha localizado otro cuerpo sin vida de otro varón, en el domicilio de este, en la localidad complutense. Ambos carecían de signos externos de violencia, según han confirmado fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los agentes encargados de la investigación están a la espera de los resultados de las autopsias, pero los primeros indicios apuntan a que las muertes puedan deberse a una sobredosis de alguna sustancia estupefaciente. Los cuerpos se hallaban en habitaciones distintas, según fuentes policiales.
Pablo Escribano desapareció en Madrid el pasado 1 de mayo. Según el cartel de Sos Desaparecidos, medía 1,75 metros y pesaba unos 70 kilos. Llevaba el pelo liso castaño y tenía un lunar en la mejilla derecha. Su coche era un Peugeot 2008 blanco con matrícula JSR.
Los padres de Escribano denunciaron su desaparición en el puesto de la Guardia Civil en Las Rozas, de donde era originario el fallecido. Había residido en la urbanización El Encinar y había estudiado en un instituto de la localidad. Había estado de vacaciones en Canarias hasta el 1 de mayo, cuando los padres dejan de tener noticias de él. Su teléfono móvil estuvo funcionando hasta ayer jueves, mientras que la tarjeta de crédito había sido bloqueada hace unos días.
El médico terminaba este año su último año de residencia en el hospital de Alcalá de Henares. Compartía un piso junto con otras dos jóvenes en el barrio de Salamanca.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para determinar las causas en las que se produjo la muerte y si hay algún delito detrás de ella.
