Al igual que el pelo humano, el de los perros puede volverse gris si pasan por momentos difíciles, según un estudio que recoge la revista científica Applied Animal Behaviour Science .
Los perros jóvenes cuyos dueños los calificaron como ansiosos e impulsivos tienen más probabilidades de tener el hocico prematuramente gris que los perros que no son considerados como ansiosos o impulsivos, explicaban los investigadores en esta revista.
Los perros impulsivos y ansiosos tienen más provabilidades de tener el hocico gris
“Basado en mis años de experiencia observando y trabajando con perros, he comprobado que los perros con niveles más altos de ansiedad e impulsividad también muestran aumento de la grisura del hocico”, argumentaba la investigadora principal del estudio, Camille King, quien obtuvo su doctorado en Northern Illinois University.