El Sevilla acaricia los octavos de final bajo la batuta de Ganso

Sólo las matemáticas niegan el pase del Sevilla pero las sensaciones dicen los contrario en la primera gran noche de Paulo Henrique Ganso. El equipo de Sampaoli cumplió con los pronósticos para deshacerse con facilidad del Dinamo de Zagreb (4-0) en la cuarta jornada de la Champions League y únicamente el empate de la Juventus ante el Lyon priva, de momento, al cuadro hispalense de estar en los octavos de final. Sin embargo, ahora los andaluces son líderes de grupo a falta de dos jornadas para la conclusión de la fase de grupos y tras el juego exhibido ante los balcánicos son favoritos para pasar como primeros a pesar de tener que viajar a Francia y recibir al equipo turinés.

Los primeros compases del partido sirvieron para certificar las intenciones del conjunto croata: no encajar goles. Cinco atrás con la línea medular bien próxima para cortocircuitar el juego ofensivo de los andaluces y un solitario Fernandes en ataque teniendo a Soudanie, el mejor jugador de los visitantes, como principal enlace. Los balcánicos habían hecho de su solidez defensiva su sello en los últimos encuentros desde la llegada del técnico Ivaylo Petev. Cinco victorias en la competición doméstica dejando además la portería a cero.

Los caminos al área visitante topaban constantemente con camisetas azules. El encuentro requería paciencia para el cuadro nervionense y en eso es un experto Ganso, que con la baja de Samir Nasri era el señalado para encontrar la senda del gol. Y la luz llegó cuando en un centro desde la izquierda encontraba la cabeza de N’Zonzi para el lucimiento del meta Livakovic. Portentosa parada en el primer remate a puerta del Sevilla cuando ya se cumplían más de veinte minutos.

En ese momento el conjunto hispalense pareció encontrar la fórmula: ensanchar el campo añadiendo presión a la tímida salida del rival. De nuevo por el mismo costado se asociaba Escudero con Vitolo que mandaba un esférico envenenado al corazón del área donde encontraba a Vietto. El joven ariete se saca un control magnífico que le abre la puerta del gol al deshacerse de la vigilancia Schildenfeld y pese a tener poco ángulo lanza un duro disparo que se cuela al fondo de la red tras topar con Livakovic. Se avanzaba el Sevilla y el Pizjuán vislumbraba eufórico el pase a octavos.

El partido se teñía aún más de rojiblanco cuando en el añadido del primer tiempo el defensa Stojanovic se autoexpulsaba con una patada innecesaria a Vitolo que le costaba la segunda amarilla. El lateral esloveno había sido amonestado en el minuto 11 también por una dura entrada al jugador canario, en este caso en la zona lumbar, que le mantuvo magullado durante varios minutos. Además de jugar en desventaja, la cartulina roja propiciaba la sustitución del futbolista visitante más eléctrico, Soudanie, que dilapidaba cualquier intención ofensiva.




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