La debilitada oposición de Nicaragua acude a comicios sin aspiraciones reales

MANAGUA. La debilitada oposición de Nicaragua, sin su principal bloque, acude a las elecciones del 6 de noviembre sin aspiraciones reales de alcanzar la Presidencia ni de obtener un espacio dominante en el Parlamento.

Ninguno de los cinco candidatos presidenciales de los partidos políticos que participan como opositores en los comicios alcanza un 10 % en intención de voto, mientras que el mandatario sandinista y candidato a una nueva reelección, Daniel Ortega, tiene el 66,3 %, según la firma nicaragüense M&R Consultores, la única que ha revelado datos de sondeos.

La lista de partidos y alianzas que participa en el proceso electoral está compuesta por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Partido Liberal Independiente (PLI), Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Partido Conservador (PC) y Alianza por la República (Apre).

Pero la debilidad de la oposición es tal que en días recientes el presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), Roberto Sanson, durante una reunión con cientos de empresarios, retó a sus colegas a mencionar los nombres de más de tres candidatos a la Presidencia con sus acompañantes, y no tuvo respuesta.

Las pocas opciones que se da la oposición en estas elecciones no solamente se deben a su baja popularidad, sino también a que el FSLN se benefició, según sus críticos, de decisiones tomadas por los poderes Judicial, Electoral y Legislativo, que son dominados por los sandinistas.

“Él (Ortega) ha hecho un trabajo sistemático para desmontar a toda la oposición”, dijo a Efe la escritora nicaragüense y crítica con el Gobierno, Gioconda Belli.

Hace cinco meses el FSLN sí tenía un rival importante en el PLI, pero en junio pasado la Corte Suprema de Justicia (CSJ) quitó la representación de esta organización al excanciller Eduardo Montealegre, hasta entonces máximo líder opositor, para otorgársela a Pedro Reyes, un hombre sin casi actividad política.

El PLI de Montealegre aglutinaba a grupos como el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Partido Acción Ciudadana (PAC), Partido Nueva Alianza Cristiana (Panac), y a disidentes del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que se autodenominaban Coalición Nacional por la Democracia.

Seguidamente el Consejo Supremo Electoral (CSE) desconoció a Montealegre y sus seguidores, y solicitó al Parlamento que Reyes asumiera como líder de la Bancada Partido Liberal Independiente (BAPLI), lo que fue aceptado por el Legislativo.

El mismo Parlamento, controlado por los sandinistas, destituyó a 28 diputados (12 propietarios y 16 suplentes) por negarse a obedecer a Reyes.

La Coalición Nacional por la Democracia intentó ir a las elecciones bajo la personalidad de partidos que estaban pendientes de recibirla, pero los poderes Judicial y Electoral las denegó.

Como resultado la Coalición se disgregó: Montealegre se distanció de la política y disidentes del PLC lideran manifestaciones por elecciones “libres, transparentes y representativas” bajo el nombre de Frente Amplio por la Democracia (FAD).

Reyes, señalado por la oposición como un colaborador del FSLN, no logró liderar la Bancada Partido Liberal Independiente (BAPLI) en la Asamblea Nacional, terminó declinando su candidatura presidencial por el PLI en favor de otro aspirante, y debió renunciar a su cargo como representante legal del partido.

Mientras, el PLC, cuyo líder es el expresidente Arnoldo Alemán (1997-2002), que enfrentó juicios por corrupción, puso como candidato al exguerrillero de la “Contra” Maximino Rodríguez, quien dijo a Efe que no cree en las encuestas y será el próximo presidente de Nicaragua.

El PLI finalmente se lanzó a las elecciones con el ganadero José del Carmen Alvarado como candidato, y la ALN con el reverendo Saturnino Cerrato, el PC con el abogado Erick Cabezas, y por el Apre el empresario Carlos Canales.

Tampoco ayuda a la oposición que solamente el FSLN parece estar en campaña electoral.

“En vez de que tengamos una fiesta electoral como debiera ser, más bien pareciera que no hay un proceso electoral”, se quejó el dirigente de Amcham.

El contexto apunta que la oposición, sin su principal bloque, no pinta en esta contienda electoral, y que el FSLN obtendrá un 75 % de los 92 diputados de la Asamblea Nacional (AN-Parlamento).

El restante 25 % de los escaños se repartirá entre el PLC y el PLI, aunque en la práctica será un Parlamento “monocolor”, dijo a Efe el analista político José Antonio Peraza Collado.

Según los críticos, Ortega logrará su objetivo de obtener un cuarto mandato y tercero consecutivo, esta vez con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.

Unos 4,34 millones de nicaragüenses están habilitados para elegir el 6 de noviembre próximo a un presidente, un vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.




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