Hay ideas que merecen un premio, como la del caso que nos ocupa. El protagonista es Eric Olsen, un norteamericano que reside en Omaha (Nebraska). Pues bien, Eric tiene una abuela de 87 años, Claire Olsen, que vive en Florida, lugar que hace pocos días fue golpeado por el huracán Matthew. En la última comunicación que mantuvieron ambos (que fue con la llegada del Matthew) Claire le explicó que estaba viviendo una “pesadilla”. Después de esa conversación, se cortó la luz y Eric ya no supo más de su abuela en dos días.
Durante esas 48 horas angustiosas, intentó comunicarse con la policía y la oficina dle sheriff sin éxito. Estaba “extremadamente preocupado”, ha explicado a la ABC News . Hasta que se le ocurrió una genial ideal: pedir una pizza. Si ésta llegaba a su destino, sabría que su abuela estaba viva. Cuando hizo la comanda, dio instrucciones a la empresa para que el repartidor le llamase cuando la pizza llegara. Y ahí es cuando pudo asegurarse de que su abuela estaba en buen estado.
”La Policía y los bomberos no pudieron hacerlo, pero Papa John’s lo consiguió en 30 minutos”, ha bromeado Eric. Desplazarse hasta Florida era un imposible, ha relatado. Y es que él vive en Nebraska, su padre en Dakota del Sur y su hermana en Los Ángeles, por lo que nadie podía acercarse hasta la casa de su abuela para ver si estaba bien.
