Reino Unido estudia barreras y visados de trabajo para los comunitarios

Reino Unido podría endurecer la política de entrada de trabajadores provenientes de la Unión Europea tras el éxito del Brexit. Siendo uno de los principales puntos de los impulsores de la salida del país de la UE, las autoridades británicas discutirán unos controles fronterizos más estrictos de la migración hasta ahora comunitaria que incluirían la introducción de un sistema de visados. Incluso se ha mencionado la posibilidad de que se exija tener un contrato de trabajo para emigrar.

Una medida de estas características supondría un obstáculo a los 125.000 residentes nacidos en España que vivían en Reino Unido en 2015, según las estadísticas de la Oficina de Estadística Nacional (ONS), y a los otros 85.000 que tienen un periodo de estancia menor a los doce meses.

La ministra del Interior, Amber Rudd, ha reconocido este domingo en una entrevista con la BBC que “los permisos de trabajo sin duda tiene valor”, pero avisando a la vez que su departamento estaba examinando nuevos sistemas de control, si bien todavía no se ha tomado ninguna decisión.

En la actualidad, el país ya tiene un sistema de visados para los ciudadanos de fuera de la Unión Europea, pero bajo las normas de la UE los ciudadanos de dentro del bloque de 28 países son libres de vivir y trabajar en el país. “Lo que vamos a mirar es cómo podemos obtener lo mejor para la economía, reduciendo las cifras, pero protegiendo a las personas que realmente agregan valor a la economía”, argumentó Rudd.

A principios de este mes, la primera ministra, Theresa May, rechazó un sistema “basado en puntos” para filtrar inmigrantes –algo que los defensores del Brexit se comprometieron a poner en práctica-, despertando el temor entre algunos votantes a que su gobierno no esté tomando una línea suficientemente dura en cuestiones clave como la inmigración.

Pero May dijo que el voto del 23 de junio a favor de abandonar la UE mostró que los británicos querían controlar el movimiento de los ciudadanos del bloque. Rudd, cercana a May, respaldó el objetivo del gobierno de reducir la migración neta anual hacia el país, que actualmente es de 327.000, a menos de 100.000.

Los controles migratorios podrían suponer uno de los puntos más polémicos de la negociación con la UE para la salida del bloque, ya que Reino Unido estaría reforzando los controles fronterizos sin perder el acceso al mercado único de la UE.




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