Cristiano Ronaldo ha comenzado el mes decisivo de la temporada, en el que se decide la Liga y el pase a la final de la Champions, con un hat-trick al Sevilla, su víctima favorita. Al equipo hispalense le ha marcado 21 goles. El Real Madrid recupera a su líder justo antes del encuentro ante la Juventus.
Cristiano Ronaldo venció la ansiedad que había venido mostrando en los últimos partidos con goles, y además decisivos, ante su víctima preferida, un Sevilla al que ya había marcado 18 tantos en doce encuentros. Ahora, su cuenta se ha incrementado en tres, que suponen el cuarto hat-trick del luso precisamenteal conjunto hispalense.
Ante la UD Almería, el ‘7’ blanco sumó su tercera cita consecutiva sin marcar. Desde que marcó en el tiempo añadido del triunfo liguero ante el Málaga, Cristiano enlazaba 270 minutos sin ver puerta. No era una cifra elevada y ha tenido sequías goleadoras mayores en su etapa en el Real Madrid, pero sí había cobrado trascendencia por la desesperación que mostró en el Santiago Bernabéu ante el Almería. Y aún tuvo que esperar 37 minutos más ante el Sevilla. Pero entonces encadenó dos goles en dos jugadas consecutivas, y aún tuvo tiempo para incrementar su cifra de ‘pichichi’ con un gol más.
El portugués reforzó así su liderato de la tabla de goleadores de la Liga BBVA, con dos tantos de ventaja sobre el argentino Lionel Messi (Barcelona), que anotó un ‘doblete’ al Córdoba, a falta de tres encuentros para el final del campeonato. Cristiano ya suma 42 dianas; Messi acumula 40. Entre los dos estará la condición de máximo goleador de la actual temporada, con mucha distancia sobre el tercero de la tabla, el francés Antoine Griezmann, del Atlético de Madrid y que no marcó esta jornada, en el 0-0 contra el Athletic en el Vicente Calderón. Lleva 22 goles.
De forma muy distinta abandonó el terreno del Pizjuán a cómo lo hizo en la anterior jornada el Bernabéu. Entonces, el portugués se marchó del cesped con un gesto torcido. Su enfado lo mostró cuando su amigo y compatriota Fabio Coentrao le intentó calmar, pasándola la mano por la espalda antes de que Cristiano se la quitase para ser el primero en abandonar el terreno de juego a la velocidad de un rayo. En Sevilla, en cambio, saludó, sonrió e incluso intercambió su camiseta.
