Agentes de la Policía de la Generalitat – Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal adscritos a la Unidad Central de Bandas Criminales, con la colaboración de la Unidad Central de Blanqueo detuvieron el pasado martes a 25 miembros de una banda como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, extorsiones, tentativa de homicidio, lesiones, robos con violencia, robo con fuerza, obstrucción a la justicia, delitos fiscales y blanqueo de capital.
La investigación empezó en el mes de septiembre de 2015 a raíz de una tentativa de homicidio con arma blanca que sufrieron dos personas de nacionalidad china en la zona lúdica de la Vila Olímpica, en Barcelona. Los autores de los hechos fueron un grupo de 15 personas de origen chino, de las cuales dos ingresaron en la prisión. Fue entonces cuando los investigadores determinaron que eran miembros de una banda que forma parte de la mafia china y que no se trataba de un hecho aislado, sino que detrás había una organización criminal jerarquizada ubicada en Catalunya.
La organización estaba integrada por unos treinta miembros chinos de entre 16 y 40 años y estaba estructurada en dos niveles: los “hermanos mayores” y los “hermanos pequeños”. Los primeros se encargaban de repartir las tareas, proteger y aconsejar los más jóvenes, los cuales, a cambio, ofrecían lealtad y dinero conseguido a partir de la actividad delictiva.
Este tipo de organizaciones de tipo mafioso se conocen con el nombre de “bangs” y están relacionadas con otras ramificaciones repartidas por Europa. Tienen una gran actividad delictiva y una gran movilidad. La banda situada en Barcelona era la más influyente a nivel estatal.
Los investigadores constataron la participación de la banda en actividades de tráfico de drogas a nivel estatal, ya que el grupo investigado dirigía y coordinaba la actividad de varios grupos de la mafia china ubicados en otras comunidades autónomas.
Los sospechosos distribuían “kin”, una sustancia derivada de la metanfetamina, en zonas de ocio nocturnos y contaban con una red de “taxistas” clandestinos que eran los encargados de distribuir la mercancía. Además, la banda tenía la intención de habilitar pisos para cultivar unas plantas conocidas como “dormideres”.
Otra de las actividades principales del grupo eran las extorsiones a comerciantes chinos así como los robos con violencia en domicilios. En este sentido, durante el transcurso de la investigación los agentes acreditaron la participación de la banda en cinco extorsiones relacionadas con empresas de la comunidad china.
También hay que destacar que una de las fuentes de financiación de la banda era cometer agresiones físicas graves por encargo, algunos de ellos provenientes de la China, a cambio de un precio pactado. Los Mossos d’Esquadra evitaron varias agresiones que tenían como objetivo dejar invalida una persona.
Asimismo, los mossos acreditaron la participación de los investigados en delitos económicos: el blanqueo de capitales a través de un entramado empresarial y la defraudación de impuestos mediante la adquisición de artículos de lujo, sobre todo relojes de alta gama. Por este motivo, la Unidad Central de Blanqueo y la Agencia tributaria se incorporaron a la investigación.
Durante el dispositivo los agentes intervinieron grandes cantidades de una sustancia presuntamente estupefaciente, así como armas blancas y armas de fuego simuladas, varios relojes de lujo, documentación diversa relacionada con los delitos económicos, dinero en efectivo en varias monedas y vehículos de gama alta. El jueves, 30 de junio, los detenidos pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona. Ocho miembros de la banda, seis mayores de edad y dos menores, ingresaron en la prisión.
La investigación continúa abierta, ya que pueden surgir otros hechos delictivos o personas involucradas a partir de la documentación y los efectos intervenidos en las entradas y registros.
