La mujer juzgada este mes por matar presuntamente a dos de sus hijas e intentarlo con una tercera ha sido condenada por la Audiencia Provincial de Zaragoza a 18 años de cárcel por el asesinato de una de las menores. No obstante,Ikram B., de 27 años y natural de Marruecos, ha quedad absuelta por el resto de delitos que se le imputaban.
La parricida fue juzgada durante dos días en la Audiencia de Zaragoza acusada de asfixiar hasta la muerte a dos de sus hijas en julio de 2011 y en noviembre de 2014, y de intentarlo con una tercera en marzo de 2013, por lo que el fiscal pidió en total 55 años de cárcel. La defensa de la mujer reclamó la absolución y como alternativa, la condena por dos delitos de homicidio por imprudencia o abuso de autoridad y parentesco.
En sus conclusiones definitivas el fiscal hizo hincapié en que la madre produjo de «forma intencionada» la muerte de las niñas y reclamó que la ley tiene que estar por encima de las creencias, ya que relacionó estas muertes con la posible práctica de un ritual por parte de la madre, que está negó. Sin embargo, la acusada lo negó.
Los hechos
En noviembre de 2014 la mujer y su suegra acudieron al centro de salud Fuentes Norte de Zaragoza con el cadáver de Sara, de menos de tres meses. Los facultativos concluyeron que la pequeña había muerto por asfixia. Dos años antes, en julio de 2011, otra hija de la mujer, también de sólo tres meses, falleció con síntomas similares, aunque en aquella ocasión los médicos diagnosticaron muerte súbita. A pesar del deseo de los médicos de hacer la autopsia al cadáver, los padres de la niña se negaron alegando motivos religiosos.
Los facultativos empezaron a sospechar cuando en marzo de 2013 la mujer volvió al centro de salud con otra de sus hijas, esta vez de dos años. La niña presentaba síntomas similares a los de sus dos hermanas fallecidas años antes -asfixia, mala coloración, vómitos con sangre- y su estado mejoraba rápidamente cuando se le suministraba oxígeno. La pequeña pasó un mes en el hospital hasta que consiguió recuperarse y en la actualidad se encuentra bajo la protección de la administración aragonesa.
