Detectan ‘mulas’ de dinero no declarado en la aduana de Lleida

No poner todos los huevos en la misma canasta para repartir el riesgo es una vieja receta que siempre ha estado de moda. Fortunas que tienen su dinero en Andorra y quieren reintroducirlo en España diversifican sus entradas recurriendo a mulas , personas que llevan sus billetes a cambio de una pequeña parte de los euros que esconden al cruzar la aduana leridana de la Farga de Moles.

A los agentes de la Guardia Civil, las personas sorprendidas in fraganti siempre les aseguran que el dinero es suyo. Así lo cuenta el instituto armado, que una vez acabada la operación deja todo el proceso en manos de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria. Para localizar el dinero, la Guardia Civil ha contado alguna temporada con perros especializados en oler billetes. Actualmente no disponen de ninguno.

Un responsable de vigilancia aduanera en Catalunya lo explica así: “Casos hay múltiples, desde gente que efectivamente lleva su propio dinero hasta mulas que transportan el dinero de otros”. “Copian un sistema que se utilizaba ya con el contrabando de café y azúcar: ir en masa para que haya menos posibilidades de ser pillados”, ejemplifica un agente. “Si en un autobús van sesenta viajeros, piensan que tienen menos posibilidades de ser sorprendidos porque piensan que el control va a ser menos riguroso o el autobús no va a ser objeto de control”, ironiza.

El funcionario, que prefiere guardar el anonimato, recuerda un caso de mulas en taxi. “Eran un par de taxistas pero detrás había un clan gallego que se dedicaba al narcotráfico y al tabaco de contrabando. El taxista llevaba a unos pasajeros y si se les pillaba en la Farga de Moles aparentemente el infractor era el viajero, pero la investigación comprobó que eran personas a las que la organización daba una cantidad de dinero para que ellos pasaran la frontera y sacaran el dinero de Andorra”, relata.

Siempre que hay una aprehensión de dinero las investigaciones van también al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac), que abre un expediente sancionador al infractor -que conlleva la multa- por no haber declarado el origen del dinero. Depende del caso se da traslado tanto a la policía como a la Agencia Tributaria, para ver si hay blanqueo de capitales o simplemente incremento de patrimonio de personas que tenían bienes en Andorra que no han sido declarados y los quiere reintroducir sin el correspondiente pago de impuestos.

Pese a lo llamativo de la estrategia, la presencia de mulas no va en aumento, remarcan los responsables. El servicio de vigilancia aduanera asegura que no se ha detectado ningún incremento ni de mulas ni de las actas de moneda. Es más, las estadísticas demuestran un descenso de las intervenciones totales de dinero.

En una de las últimas operaciones, a principios de mayo, la Guardia Civil intervino 187.880 euros y 515 dólares a tres personas que intentaban introducir dinero procedente de Andorra sin declarar a través de la aduana de la Farga de Moles. Una de ella, un hombre 56 años y nacionalidad española, pasajero de un autobús de línea regular Andorra-España, pretendía introducir 168.120 euros que llevaba en un agujero de su chaqueta y en una riñonera que llevaba por dentro de la ropa.




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