Piden soluciones integrales y más ayuda contra el zika, dengue y chikunguña

EFE
Tegucigalpa

La lucha contra el zika, dengue y chikunguña en América Latina es complicada porque no existen vacunas, por lo que requiere soluciones integrales y más cooperación internacional, alertaron ayer expertos sanitarios en Honduras, donde las tres enfermedades afectan a más de 35.000 personas.

En declaraciones a Efe, el secretario ejecutivo del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y la República Dominicana (Comisca), Julio Valdés, alertó sobre la creciente incidencia de estas enfermedades en la región, aunque no precisó cifras.

«Hay una incidencia permanente en la región» de casos de zika, dengue y chikunguña, dijo el costarricense, aunque destacó que también existen «muchas acciones» para su combate.

Valdés es uno de los participantes en el I Simposio Internacional sobre zika, dengue y chikunguña, inaugurado hoy en Tegucigalpa y dedicado entre otros asuntos a analizar la propagación de estas tres enfermedades, transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.

La reunión es organizada por el Ministerio de Salud de Honduras, la Universidad Nacional Autónoma de este país y la embajada de Francia.

El mosquito Aedes aegypti es un adversario poderoso que solo puede ser derrotado desde una «perspectiva regional», subrayó el secretario ejecutivo del Comisca.

«Se requiere, en principio, de un accionar nacional, es decir, las responsabilidades de los Estados», pero también se necesita una «perspectiva regional» para contribuir a «potenciar» las acciones nacionales, señaló.

Estos virus tropicales fueron descubiertos hace décadas pero en los últimos años llegaron a otros continentes, como América, por el aumento de la temperatura del planeta debido al cambio climático o por la inmigración, declaró.

La propagación de estas enfermedades «son problemas que van mucho más allá de lo estructural, tiene que ver con el cambio climático (…), condiciones de vivienda y problemas migratorios», subrayó Valdés.

Según el secretario ejecutivo del Comisca, la región impulsa una «campaña intensificada» para eliminar el mosquito trasmisor de estos virus, aunque reconoció que «los recursos se agotan».

Es por ello que el alto funcionario apuntó que Latinoamérica, especialmente Centroamérica y República Dominicana, requieren de más cooperación internacional para combatir las tres enfermedades.

Agregó que la lucha contra estos virus necesita además una «mirada integral, pero intersectorial», ya que eliminar el mosquito transmisor no solo es responsabilidad de los Gobiernos, sino también de la población.

«Si no se eliminan los criaderos vamos a seguir teniendo la presencia del mosquito transmisor», dijo Valdés, quien llamó a fortalecer las capacidades del recurso humano.

El embajador de Francia en Honduras, Pierre Christian Soccoja, dijo en el evento que las tres enfermedades representan «un gran desafío» para la salud pública, por lo que abogó por encontrar «soluciones» para prevenir el contagio y frenar el avance de los virus.

«Es necesario implementar soluciones intersectoriales (…), tanto a nivel de prevención e inmunización», subrayó el diplomático.

En el caso del virus del Zika circula actualmente en gran parte de países de Latinoamérica y el Caribe y, si bien causa síntomas leves entre la mayor parte de infectados, el gran temor tiene que ver con su relación con casos de bebés nacidos con microcefalia y el síndrome de Guillain Barré, una rara condición neurológica.

John England, especialista de la Federación Mundial de Neurología, dijo a Efe que el zika, un virus originario de África, causa microcefalia y otros defectos cerebrales congénitos en bebés de madres contagiadas.

«Ahora sabemos como un hecho científico que el virus del Zika infecta el cerebro del niño que se esta formando», subrayó el especialista.

Señaló que si bien las mujeres embarazadas infectadas con zika tienen riesgo de tener bebés con defectos cerebrales, no todas ellas darán a luz a bebés con microcefalia o problemas congénitos.

El especialista apuntó que se podría esperar una vacuna eficaz dentro de dos o tres años, pero aseguró que la prevención es la mejor arma para evitar la picadura del mosquito.

El viceministro hondureño de Salud, Francis Contreras, dijo a Efe que la región requiere una «estrategia unificada» que permita combatir el zika, dengue y chikunguña.

Las enfermedades «no tienen fronteras (…), no piden visa, ni pasaporte, no hacen aduana» y, por tanto, para combatir «enfermedades comunes en territorios comunes debemos tener estrategias unificadas», enfatizó Contreras.

La Secretaría de Salud de Honduras registra en lo que va de 2016, globalmente, 35.500 personas que han contraído zika, chikunguña o dengue.




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