Madrid.-La dirección de Podemos fijó ayer en la primera reunión del comité de campaña sus prioridades ante las elecciones autonómicas del 24 de mayo. El objetivo de la formación es mejorar el resultado logrado en Andalucía —15 escaños, tercera fuerza— y ser decisiva en la Comunidad de Madrid y en la Comunidad Valenciana, donde el panorama de fragmentación política que auguran las encuestas anticipa un escenario en el que los pactos resultarán clave para garantizar estabilidad.
A pesar de eso, el secretario general del partido, Palo Iglesias, aparcó el debate sobre acuerdos hasta después de esos comicios. “Hasta que los ciudadanos no voten no vamos a hablar de pactos”, dijo. Podemos busca, en esta fase, marcar perfil propio y centrarse en su pugna contra el bipartidismo. Por eso uno de los ejes de la campaña de Podemos será la competición directa con el PP, “que no solo representa la corrupción, lo viejo, sino la política económica que ha llevado a la destrucción de los servicios públicos”, opinó Iglesias. En segundo lugar, diseñará “una campaña de ciudadanos” que la formación pretende financiar con microcréditos. “Los candidatos de Podemos no son políticos”, destacó tras reunirse en la sede del partido con los 13 aspirantes autonómicos, que, salvo el exeurodiputado aragonés Pablo Echenique, carecen de perfil público.
El partido confiará, por tanto, la campaña a sus siglas y a sus caras visibles. Los dirigentes nacionales y el propio Iglesias estarán muy presentes en los actos territoriales. “Los portavoces estatales vamos a implicarnos mucho y vamos a tratar de estar en todas partes. Lo voy a intentar”, afirmó Iglesias, que aprovechó la presencia de los candidatos y de la plana mayor de Podemos para escenificar unidad tras las diferencias que han dividido a la cúpula durante la campaña andaluza.
A pesar de las divergencias, el líder de la formación negó divisiones en la cúpula y diferencias de estrategia con el número dos del partido. “Íñigo Errejón es el director de esta campaña. Vamos juntos, no hay ninguna diferencia. Estamos trabajando a muerte, sin ningún matiz”, enfatizó minutos antes de reunirse con el secretario de Política, con Carolina Bescansa, responsable de Análisis Político y Social, y con otros miembros de la ejecutiva para abordar la táctica de los comicios autonómicos. Iglesias y Errejón posaron juntos y charlaron delante de las cámaras toda vez que las recientes decisiones del partido han reflejado su disparidad de criterio sobre la flexibilidad del diálogo con la socialista Susana Díaz y el apoyo a la presidenta de la Junta en funciones a través de abstención en el debate de investidura, como adelantó EL PAÍS.
En Podemos quieren evitar retratarse antes de las generales. Pero la correlación de fuerzas abocará a la cúpula, con toda probabilidad, a decisiones incómodas tras el 24 de mayo.
