Ny Richardson es una lesbiana de 16 años, el martes pasado, 5 de abril, entró con su novia en un McDonalds de Hull (Yorkshire, Reino Unido), donde pidieron su menú. Antes de empezar a comer fue al cuarto de baño, utilizando el indicado para las personas de género femenino, el suyo.
Dudando de su género, el encargado del restaurante le pide una identificación que demuestre que ha utilizado el cuarto de baño acorde a su sexo. Al no llevar ningún tipo de identificación, le dijeron que tenía que abandonar el establecimiento y llamaron a la policía.
Pedí mi comida y la dejé con mi novia para ir al cuarto e baño», explica la adolescente, «cuando estaba dentro alguien me dijo que saliera, y cuando me volvía sentar el encargado se acercó y me dijo que me tenía que ir porque había estado en el baño de las chicas. Yo le dije ‘¿Por qué tengo que irme? Soy una chica, no puedes notarlo por mi voz?’.
Entonces me pidió que le enseñara alguna identificación, pero como no tenía ninguna me dijo que saliera y llamó a la policía». Ny Richardson explica que está acostumbrada a que le confundan con un chico, «pero esta vez fui humillada delante de todo el restaurante. Creo que su actitud fue desagradable y todavía me siento enfadada.
Según el restaurante, Richardson fue uno de los problemáticos clientes a los que pidieron abandonar el establecimiento ese día.
Pero Richardson alega que ella no era parte de ese grupo, y que se trata de la primera vez que sufre algún tipo de discriminación por su apariencia, además de que niega que no fuera cooperativa. «Ella es quien es y la gente tiene que aceptar eso. No debería tener que justificarse ante nadie», la defiende su madre, Leigh Richardson.
