Las ejecuciones de condenados a muerte subieron más de un 50% en 2015 y llegaron, por lo menos, a 1,634 casos, la cifra más alta en un cuarto de siglo, señaló un informe de Amnistía Internacional (AI).
Solamente tres países, Irán, Pakistán y Arabia Saudita concentran casi el 90% de las penas capitales aplicadas en el mundo.
En Irán fueron ejecutadas 977 personas, en Pakistán 326 y en Arabia 158.
Cuarto en la lista de países que siguen aplicando la pena de muerte, figura Estados Unidos con 28 ejecuciones.
El resto son todas naciones de África, Asia y Oriente Medio. Las estadísticas excluyen a China, país en el cual las cifras sobre la pena de muerte son consideradas “secreto de estado”, pero Amnistía estima que las ejecuciones en China se cuentan por miles cada año.