Gorbachov cumple 85 años perseguido por los fantasmas del pasado

MOSCÚ. El último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, cumple hoy 85 años con duras críticas al Kremlin, pero perseguido por fantasmas del pasado: la represión del independentismo báltico y la desintegración de la Unión Soviética.

“Sabía y sé que no hay reformistas felices. Pero estoy agradecido al destino porque pude decirle al pueblo (soviético) que no podíamos seguir viviendo así. Sigo siendo fiel a las ideas de la Perestroika”, afirmó Gorbachov en vísperas de su onomástica.

Gorbachov, que abandonó la política hace muchos años tras fracasar sus proyectos socialdemócratas, no ha conseguido con el paso de los años que sus conciudadanos y rivales le perdonen los cataclismos que siguieron a sus seis años al frente del Kremlin (1985-91).

El presidente ruso, Vladímir Putin, le envió hoy un mensaje de felicitación en el que le describe como “un hombre brillante y extraordinario”, no obstante su relación se ha deteriorado mucho en los últimos años.

“Había que luchar por la integridad territorial de nuestro Estado de manera más insistente, consecuente y osada, y no esconder la cabeza bajo la arena, dejando el culo al aire”, le dijo hace varios años Putin, quien considera la desintegración de la URSS fue “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”.

Putin respondió así a Gorbachov cuando éste pidió abiertamente la dimisión del Gobierno tras las mayores protestas antigubernamentales en 20 años, provocadas por las denuncias de fraude en las elecciones legislativas de 2011.

Hace unos días el cineasta más laureado de la historia de Rusia e incondicional partidario del jefe del Kremlin, Nikita Mijalkov, reavivó la polémica al pedir que Gorbachov, al igual que el primer presidente ruso, Borís Yeltsin, sean declarados criminales por el Estado debido a su papel en la disolución de la URSS.

“Ellos cometieron un auténtico crimen. Sus actos condujeron a la desaparición de nuestro país”, dijo.

Comparten su opinión el 24 % de los rusos, que acusan a Gorbachov de “destruir de manera consciente una gran potencia”, mientras otro 47 % cree que éste no hizo nada bueno por su país, según una encuesta publicada hoy por el centro VTSIOM.

Sólo un 12 % ve a Gorbachov como “un hombre valiente que no temió asumir la responsabilidad y efectuar las reformas necesarias”, el 6 % valora como algo positivo el fin de la Guerra Fría y otro 5 % la introducción de las libertades civiles.

“El dolor por la caída de la URSS y las dificultades vividas, que los rusos relacionan con el nombre de Gorbachov, no remite. Gorbachov es el hombre que no pudo salvar al país”, comentó Mijaíl Mamónov, director de proyectos de VTSIOM.

Otra de las manchas negras en el historial de Gorbachov es la represión del movimiento independentista báltico, en especial en Lituania, donde 14 personas murieron al intentar impedir el asalto de la torre de televisión por las tropas soviéticas.

“Mi credo es: nunca derramar sangre”, señaló Gorbachov en una reciente entrevista.

No obstante, los lituanos consideran que el entonces líder soviético es responsable directo o indirecto de la matanza, motivo por el que quieren que comparezca en el juicio que se inició en Vilna a principios de año.

El primer presidente de la Lituania independiente, Vitautas Landsberguis, considera que sin la presencia de Gorbachov, sea como testigo o en el banquillo de los acusados, el juicio no puede ser justo.

Pero la Fiscalía lituana se ha negado por el momento por falta de documentos que confirmen que Gorbachov ordenó personalmente utilizar la fuerza contra los independentistas.

Por otra parte, Gorbachov lamentó estos días que la nueva Guerra Fría entre Moscú y Washington esté arruinando su legado, ya que, después de que ambas potencias redujeran sus arsenales estratégicos, ahora Putin ha introducido en la nueva doctrina militar el posible uso de las armas nucleares.

El dilema “Guerra y Paz” ha vuelto al primer plano de la política mundial, advierte.

Con el paso de los años, Gorbachov se ha mostrado cada vez más crítico con la gestión de Putin, al que acusa de “tendencias autoritarias” y de crear una “democracia dirigida” y una “vertical de poder” de corte militar.

“Es evidente que el actual modelo de gestión no funciona, sea en política o en economía. No puede ser que todas las decisiones confluyan en una sola persona. Nadie tiene el monopolio de la verdad”, escribió en un artículo publicado en “Nóvaya Gazeta”.

Admite que “la situación se ha estabilizado” en comparación con los años noventa, pero sólo gracias “a los altos precios del petróleo” y “en perjuicio de la democracia real, de un Parlamento, unos tribunales y unos medios de comunicación independientes”.

En cambio, en política exterior no ha dudado en apoyar la anexión rusa de Crimea, denuncia la expansión agresiva de la OTAN y acusa a EEUU de arrogarse la victoria en la Guerra Fría e intentar dirigir el mundo en solitario.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas