Obama propondrá al Senado un candidato «espectacular» para la Corte Suprema

Washington

El presidente de EE.UU., Barack Obama, insistió ayer en que propondrá a un candidato con una «mente legal espectacular» para sustituir en el Tribunal Supremo al magistrado Antonin Scalia, fallecido el sábado pasado a los 79 años, a pesar de la amenaza de veto de la mayoría republicana del Senado.

«Tengo la intención de nominar en el tiempo necesario a un candidato muy cualificado», señaló hoy el mandatario en una rueda de prensa en la localidad de Rancho Mirage (California, EE.UU.), donde mantuvo una cumbre de dos días con los líderes de las naciones del sudeste asiático (ASEAN).

La muerte este sábado a los 79 años del juez Antonin Scalia abrió automáticamente una fiera batalla entre Obama, que asegura que propondrá a un sustituto antes de dejar la Casa Blanca en enero de 2017, y la oposición de la mayoría republicana del Senado, que rechaza confirmar a cualquier candidato del presidente.

Durante su rueda de prensa, el mandatario no dio pistas sobre si baraja a un candidato moderado, aunque señaló que «presentará a alguien cualificado de forma indiscutible para el asiento» y que, incluso alguien con opiniones políticas diferentes a las suyas, considerará que el candidato actuará con «honor e integridad».

«Espero que hagan su trabajo», dijo Obama sobre los senadores republicanos, que creen que el nuevo presidente elegido en las elecciones de noviembre es el que debe de nombrar al nuevo juez, de forma que el asiento de Scalia quedaría vacío 11 meses hasta que el mandatario deje la Casa Blanca, en enero de 2017.

«Casi nos hemos acostumbrado al obstruccionismo del Senado», criticó Obama, quien aseguró tener 14 nominaciones esperando a ser aprobadas por la Cámara alta, a la que la Constitución de EE.UU. otorga la potestad de aprobar o rechazar las nominaciones del presidente.

El Tribunal Supremo de EE.UU. debe estar formado por nueve jueces, con cargos vitalicios, y hasta ahora había cinco conservadores y cuatro progresistas, por lo que los republicanos temen que un nuevo nombramiento de Obama -ya designó a dos juezas- podría inclinar la balanza a favor de los progresistas.

«El Tribunal Supremo no es una extensión de la Casa Blanca. El presidente tiene todo el derecho a nominar a alguien para el Tribunal Supremo, pero el Congreso como una rama igual (del Estado) tiene todo el derecho a no confirmar a nadie», aseveró hoy el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan.

Frente a la mayoría republicana, los demócratas están presionando a los republicanos del Senado -un tercio afronta la reelección en noviembre- a que confirmen al candidato que Obama proponga.

Para nombrar un sustituto, el presidente debe de proponer oficialmente a un candidato que, antes de pasar al Senado, debe de ser estudiado por el Comité Judicial de la Cámara alta.

El presidente del Comité Judicial del Senado, el republicano Chuck Grassley, aseguró hoy que no ha tomado una decisión sobre si debe de vetar automáticamente a los candidatos que proponga Obama e invitó a «esperar hasta que el mandatario haga su propuesta» para tomar una decisión.

En sus declaraciones públicas, Obama destacó que varios jueces del alto tribunal lograron la confirmación del Senado en año electoral, como el juez Anthony Kennedy, nominado por el presidente Ronald Reagan en 1987 y confirmado en 1988.

El nombramiento de un nuevo juez, con el poder de moldear las leyes de EE.UU., llega en un momento crucial para el país, inmerso en un competitivo proceso de primarias para nombrar al aspirante demócrata y republicano que competirá por la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de noviembre de este año.




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