Detenidos un marchante, un galerista y un falsificador de obras del pintor Tharrats

Los Mossos d’Esquadra han detenido a un marchante de arte, un galerista y un presunto falsificador de decenas de obras del pintor Joan-Josep Tharrats, fallecido en 2001 y uno de los fundadores del movimiento de vanguardia ‘Dau al Set’ junto a Arnau Puig, Joan Ponç, Modest Cuixart, Antoni Tàpies y Joan Brossa.

Los tres hombres, de nacionalidad española, fueron detenidos a mediados de enero y están acusados de los presuntos delitos de estafa, contra la propiedad intelectual, falsificación y pertenencia a grupo criminal, ha informado hoy la Policía catalana. Se da la circunstancia de que el autor de las falsificaciones es una persona vinculada al núcleo familiar del pintor, que tenía conocimientos universitarios de bellas artes y que, además, certificaba las obras como auténticas, pese a que no estaba legitimado para hacerlo.

El caso empezó a investigarse a finales de 2014, cuando los Mossos recibieron una denuncia que alertaba de la venta de falsas obras de arte atribuías a Tharrats, un artista de prestigio nacional e internacional vinculado al grupo Dau al Set y que cultivaba principalmente la abstracción. Como consecuencia de las falsificaciones, el precio de las obras de este artista se había devaluado, ya que se había constatado un exceso de cuadros del pintor en el mercado artístico.

Joan-Josep Tharrats fue uno de los fundadores del movimiento de vanguardia ‘Dau al Set’ junto a Arnau Puig, Joan Ponç, Modest Cuixart, Antoni Tàpies y Joan Brossa

Las obras falsificadas se correspondían con la última etapa de la vida del pintor, mucho menos prolífica, motivo por el cual el volumen de obras creadas era desproporcionado en relación al que se encontraba a la venta. La Unidad Central de Patrimonio Histórico de los Mossos decomisó algunos de los cuadros sospechosos e hizo que se sometieran a un peritaje, que confirmó que se trataba de obras falsas.

Estas obras tenían como nexo en común a un conocido galerista y un marchante de arte, que eran quienes facilitaban su distribución en el mercado artístico. El papel del marchante dentro de la trama era la intermediación entre el falsificador y el galerista, además de controlar y monopolizar su producción. Los agentes han constatado que el galerista había vendido, de forma directa y a través de otros intermediarios, una gran cantidad de obras de Tharrats desde hacía ocho años.




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