Embajador EEUU dice corrupción en RD es un cáncer que retrasa el crecimiento y afecta el comercio

RD- SANTO DOMINGO-El embajador de Estados Unidos, James W. Brewster, dijo que cada empresario que conoce, ya sea estadounidense o dominicano, menciona la corrupción como el mayor problema en República Dominicana, la cual califica como un cáncer que retrasa el crecimiento, afecta el comercio e impide la aplicación justa de la ley.

Brewster, quien negó que con sus acciones y consideraciones violente la soberanía dominicana, señaló que “algunos pocos políticos han estado criticando a la embajada y a su persona por estar demasiado involucrados en asuntos dominicanos”, sin embargo, consideró que las fuertes inversiones y las relaciones cercanas que unen a Estados Unidos con República Dominicana le dan ese derecho, por lo que exhortó a quienes critican eso “que vayan a la embajada y nos devuelvan la visa”.

Durante el Almuerzo de Acción de Gracias de la Cámara Americana de Comercio República Dominicana, el embajador estadounidense señaló que como promotor del comercio bilateral, invitó a los empresarios que asistieron a la actividad a seguir presentando la corrupción “como problema a los más altos niveles de su gobierno”.

Respecto a las elecciones que se celebrarán el próximo año, el embajador norteamericano dijo que es un acontecimiento singular, una temporada muy emocionante que estarán viviendo tanto República Dominicana como Estados Unidos.

Reiteró a los políticos un mensaje, que según dijo ha pronunciado con frecuencia: “No existe dinero limpio proveniente de personas sucias”, y les pidió que apoyen al pueblo de este país alineándose solamente con personas de credibilidad y confiables que compartan sus valores.

A continuación el discurso íntegro del embajador Brewster

Buenas tardes.  Cuánto me alegro de estar aquí hoy y dirigirme de nuevo a este distinguido público. Este almuerzo anual del Día de Acción de Gracias constituye toda una tradición aquí en Santo Domingo, y quisiera agradecerles a Gustavo, a Bill y a los miembros del Consejo por brindarme la oportunidad una vez más de dirigirme a Ustedes.   Mañana, Bob y yo estaremos celebrando el segundo aniversario de nuestra llegada a este país.  Ha sido una gran experiencia. Como ustedes saben, le solicitamos al Presidente Obama designarnos en República Dominicana por la cantidad de años y lazos afectivos que nos unían a este país.

Cuando llegamos por primera vez, teníamos a muchos amigos personales, pero fueron Máximo, Bill y muchos otros miembros de la Cámara Americana de Comercio  en este salón que, desde el principio se nos acercaron y, nos dieron la bienvenida a la comunidad empresarial. Ahora muchos de Ustedes son nuestros amigos también. Sólo quisiera expresarles nuestro sincero agradecimiento.

El Día de Acción de Gracias es un día feriado muy especial en los Estados Unidos; en la escuela se nos enseña que fue celebrado por primera vez cuando los indígenas norteamericanos les dieron la bienvenida a los peregrinos, quienes compartieron su cosecha en el Nuevo Mundo.  Bueno, Bob y yo no sembramos cultivos, y los Peregrinos que conocemos son los jugadores de béisbol que vienen de los Estados Unidos para jugar pelota invernal  para el Escogido.  Así que, para Bob y para mí, el Día de Acción de Gracias es un momento en el que las familias y los amigos, incluyendo esos jugadores de los Estados Unidos, se reúnan y reflexionen sobre los logros del año que acaba de pasar, para contemplar lo que falta por hacer, y ponderar las oportunidades que nos puedan brindar el próximo año.

Antes de entrar en detalles me gustaría hablar sobre competitividad global. Como ustedes saben, mi experiencia profesional giraba en torno a ofrecer consultorías a grandes multinacionales en el desarrollo de sus estrategias corporativas, donde evaluamos el comportamiento del consumidor alrededor del mundo. Siempre he dicho que una empresa robusta cuenta de ocho elementos básicos.

Primero, un equipo con un liderazgo fuerte y visionario, que sea transparente, apoye la innovación y creativo; con un plan estratégico basado en estudios de mercado pero que no depende únicamente de ellos. Es necesario un equipo gerencial que sea tan diverso como sus clientes. Segundo, una fuerza laboral inclusiva y capacitada que es motivada por sus supervisores a ser productivos.

Tercero, tecnología inteligente, innovadora y moderna. Cuarto, ser eficiente en el manejo de flujo financiero, lo cual no significa recortar esquinas y ser mezquino. No permitan que su Director Financiero su asesor estratégico. Quinto, tener el mejor producto que pueda competir en cualquier mercado. Sexto, estándares y políticas corporativas sólidas. Séptimo, protección de parte del gobierno a la propiedad intelectual y derechos de autor.

Finalmente, programas robustos de responsabilidad social corporativa. Bob es un experto en esto y participa en conferencias sobre este tema alrededor del mundo. Nuestra generación moderna de consumidores exige responsabilidad social de las empresas para las cuales laboran o compran algún servicio. Es por eso que me alegra ver a la Cámara Americana de Comercio reconociendo estas grandes empresas por sus esfuerzos en sus programas de Responsabilidad Social Corporativa. Les pido que se unan en felicitarlos.

Sé que muchos de ustedes están diciendo “estoy haciendo todo esto de manera exitosa” pero les pregunto, están ustedes listos para competir fuera de la Republica Dominicana?

Estamos viendo como las ventas por internet a nivel global siguen incrementando, el mercado de Cuba está abriendo, mientras surgen nuevos mercados emergentes. El acuerdo transpacífico y otros tratados de libre comercio establecerán igualdad de condiciones para muchos otros países. No piensen que otros países temerán llegar a República Dominicana y competir contra sus empresas. Somos ahora, más que nunca, un mercado global y para ser exitosos debemos ser los mejores.   Si lo son, serán indetenibles. La República Dominicana y las empresas dominicanas representadas aquí hoy tienen que desarrollarse con miras a un mercado global competitivo.

Las economías crean los mejores productos, las fuerzas laborales más educadas y capacitadas, y las naciones más ricas.  Nuestro objetivo como socios es ayudar a que las empresas dominicanas, las organizaciones sin fines de lucro, y agencias gubernamentales dominicanas implementen políticas y mecanismos que promuevan estas metas. Esto ayudará a mejorar la calidad de vida del pueblo dominicano al mismo tiempo que mejora la competitividad comercial.

 

Estaré revisitando el tema de competitividad global más tarde. Primero deseo conversar sobre los avances alcanzados de nuestras dos grandes naciones durante el pasado año para continuar siendo competitivos. Hablemos de la educación, la piedra angular de toda economía. A mi juicio, la mayor ventaja comparativa de este país es el pueblo dominicano.  Durante mis visitas por todo el país he visto una y otra vez que los jóvenes dominicanos son increíblemente prometedores. El Presidente Medina también reconoce esto, y nos sentimos orgullosos de poder trabajar con su gobierno para enfocarnos en el sistema educativo en este país. Hemos estado colaborando estrechamente con el gobierno dominicano, ONGs y líderes empresariales para apoyar a la juventud y la educación. En colaboración con la PUCMM  y ahora con UNIBE,  estaremos colaborando para  mejorar la calidad de educación para más de 380,000 alumnos en 1,000 escuelas de educación básica.

 

También trabajamos con jóvenes en situaciones de riesgo, para incentivarles a terminar sus estudios, lograr acceso a la capitación laboral, y obtener un empleo productivo. Las estadísticas indican que la mayoría de los crímenes cometidos en la República Dominicana son cometidos por jóvenes que no cuentan con oportunidades de un empleo digno ni  acceso a la educación. A ningún niño se le debe negar el acceso a la educación….. y punto!  Esas condiciones constituyen una receta para el fracaso.

Una economía competitiva es aquella que prepara a su juventud, mediante la escuela, la capacitación, y las oportunidades de empleo, para que puedan lograr el éxito.  A través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), nuestros programas ayudan a 86,000 jóvenes en situaciones de riesgo entre las edades de 11 y 24 años en casi 750 barrios  en todo el país.  En lo que va de año hemos encontrado empleos fijos para casi 2,000 jóvenes, y hemos financiado unos 169 nuevas microempresas administradas por jóvenes.

Además de colaborar con el gobierno dominicano en la educación básica, la Embajada de los Estados Unidos mantiene una estrecha relación  con el Instituto Cultural Domínico-Americano en Santo Domingo y con el Centro Cultural Domínico-Americano en Santiago, apoyando los programas de enseñanza del idioma inglés con la asistencia de más de 15,000 alumnos por año. El dominio del idioma inglés abre una puerta al mundo y a mejores empleos.  Estos centros también apoyan el emprendedurismo, como yo mismo pude atestiguar en una presentación celebrada en el Instituto Cultural la semana pasada. Una joven empresaria dominicana de nombre Estefany Marte se unió a una red de mujeres empresarias latinas apoyada por el Departamento de Estado de nombre We Americas.  Me quedé tan impresionado por sus ideas, su dedición y su pasión.

Muchas veces los jóvenes son los más adecuados para realizar innovaciones, aprovechar las nuevas tecnologías y capitalizar el dinámico mercado que representan los jóvenes, pero lamentablemente no tienen acceso al crédito, ni otro apoyo, para convertir sus sueños en realidad.  Un buen ejemplo de liderazgo en este sentido por el sector privado lo demuestra el Grupo Corripio, con su premio a la innovación, que ellos utilizan para incentivar a los jóvenes a asumir riesgos y aprovechar su creatividad.  Les exhorto a cada empresa representada aquí que desarrollen un programa destinado a apoyar la juventud, que premie la innovación, proporcionando pasantías y apoyo financiero a grandes ideas. Pudieran imaginar el crecimiento que tendría su economía si cada empresa en el país hiciera esto?

Al igual que la educación y el emprendedurismo, así mismo la seguridad ayuda a construir una economía competitiva.  Así que echemos un vistazo a nuestros avances en el área de seguridad ciudadana.  Sabemos que la criminalidad sigue siendo un problema que nos confronta a todos de manera diaria. Aquellos países que cuentan con bajas tasas de criminalidad atraen más inversión nacional y extranjera. Por tanto, nuestra Embajada ha estado trabajando con el gobierno para mejorar la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia.

A nivel nacional, estamos trabajando en colaboración con nuestras contrapartes dominicanas para mejorar la efectividad del gobierno en la prevención y persecución del crimen. Hemos trabajo estrechamente con el Procurador General Domínguez Brito- como todos saben sostenemos reuniones privadas que según muchos duran hasta varios días. Hemos trabajado con el Procurador General y la policía para implementar reformas sistémicas, reducir los retrasos en el procesamiento de los expedientes, mejorar las investigaciones, y aumentar la tasa de condenas. A nivel local, nosotros ayudamos a que las ONGs abran centros de asistencia judicial; solamente en este año hemos posibilitado el acceso a la justicia para unos 48,000 que viven en comunidades marginadas de altas tasas de criminalidad.

Uno de nuestros logros más importantes ha sido la creación y el mantenimiento del centro de llamadas 911.  Desde que se inauguró el centro el año pasado, ha respondido a unas 400,000 emergencias, y cuenta con una tasa de aprobación de un 90%.  El Presidente Medina nos ha solicitado que continuemos apoyando este programa, y nosotros tenemos planes para brindar los mismos servicios en Santiago el año que viene. Debo reconocer el trabajo que ha realizado el Ministro Gustavo Montalvo y su equipo en la presidencia, al igual que la labor realizada por Mario Fernandez de la Oficina Internacional de Narcóticos y Asuntos de Aplicación de la Ley por su liderazgo en este proyecto.

Además del Sistema 911, los gobiernos de Estados Unidos y República Dominicana han trabajado en estrecha colaboración de otras maneras para mejorar la seguridad ciudadana. Recientemente renovamos el Centro de Capacitación de la Policía Nacional, y firmamos acuerdos para capacitar a unos 600 oficiales de la policía por  tercer año consecutivo.  A petición del Presidente Medina, hemos suministrado dispositivos de escaneo biométrico para ayudar a implementar el Plan de Regularización, garantizando que se lleve a cabo de la manera más justa posible.

Para ayudar a frenar el flujo de narcóticos, hemos construido y equipado unas nuevas facilidades nacionales de entrenamiento canino para la Dirección Nacional de Control de Drogas, y para el fin de año habremos donado unos sesenta perros adiestrados en la detección de narcóticos. Los perros comenzaron a trabajar de una vez; en abril de este año uno de estos perros detectó uno punto dos toneladas métricas de cocaína en uno de los principales puertos del país!

Además de nuestro trabajo con la policía, nuestras dos fuerzas armadas cooperan de manera más estrecha que nunca en la interdicción de narcóticos y otros asuntos.  Para finales de año habremos llegado a 93 millones de dólares en asistencia militar directa en entrenamiento y capacitación, infraestructura de comunicaciones, y la donación de botes, helicópteros y otros equipos.  Todo esto ha producido resultados positivos; se han interceptado más de 7,000 kilos de cocaína mientras transitaba por República Dominicana.

Lamentablemente los narcóticos no representan la única amenaza internacional que confronta la República Dominicana.  La tragedia de París hace apenas unas semanas nos recuerda que el terrorismo y la amenaza del grupo terrorista Estado Islámico  (ISIL) no es un problema solamente del Medio Oriente, sino del mundo entero.  Quiero hacer eco de lo que dijo el Presidente Obama acerca de nuestro compromiso contra el extremismo internacional: “aquellas personas que persiguen, amenazan y aterrorizan a otros por sus creencias religiosas nunca tendrán un lugar en una sociedad democrática”.

Cada país tiene que mantenerse en alerta, es por eso que hemos ayudado a que la República Dominicana se prepare entrenando a más de 1,000 miembros del personal militar durante los últimos cinco años.  Este año hemos hecho énfasis en el entrenamiento de las fuerzas especiales y el rescate de rehenes.

Muchas personas creen que nuestras relaciones militares se limitan solamente al entrenamiento y la interdicción de narcóticos, pero también colaboramos en trabajos de tipo humanitario. Unos 35,000 pacientes dominicanos fueron tratados este año por médicos militares estadounidenses, la mayoría durante la visita del barco U.S.S. Comfort, el más grande buque hospital flotante del mundo.  En marzo esperamos otra misión de médicos militares para atender alrededor de 1,000 pacientes que necesitan pero no pueden pagar dichos servicios, o que requieren de un tratamiento especializado.

Yo quisiera recordarles al pueblo dominicano, a los políticos, y a la comunidad empresarial de que esta es la clase de iniciativa que podamos implementar por la vía rápida con acuerdos sólidos entre nuestros gobiernos y militares




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