Madrid.
El número de yihadistas detenidos en España durante esta legislatura ha llegado a dígitos que no se alcanzaban desde el 11-M, pero la cifra seguirá creciendo en las próximas semanas. Fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que Policía Nacional y Guardia Civil tienen abiertas en estos momentos un centenar de operaciones contra individuos y células que planean atentar en España o están propagando la ideología del Estado Islámico para lograr que otros se unan a sus filas. Las investigaciones afectan a todo el territorio nacional y se encuentran en diferentes fases.
Las pesquisas se centran especialmente en los radicales españoles que se han desplazado a zonas de conflicto y que podrían emprender el camino de vuelta con la experiencia y la determinación necesarias para atentar en suelo nacional, un fenómeno que gravita sobre los atentados múltiples de París tras las primeras informaciones. Las cifras del Ministerio del Interior aseguran que hay 130 nacionales en el Estado Islámico, una cifra muy alejada de los más de 2.000 franceses que estarían en estos momentos en la zona. Pero la preocupación es máxima. Se estima que una treintena de yihadistas salidos de España ya ha muerto en la guerra. El resto puede volver en cualquier momento.
Cumbre sobre yihadistas españoles
Además, los expertos preguntados reconocen que no hay consenso en los datos. Fuentes de Interior han confirmado que esta misma semana se celebrará una cumbre de mandos de los servicios de información de Policía Nacional, Guardia Civil y Centro Nacional de Inteligencia para volver a abordar la amenaza de los combatientes españoles y poner en común informaciones y números. Algunos especialistas aseguran que la cifra real de españoles en el Estado Islámico puede superar los tres centenares. Por lo pronto, la cúpula del Ministerio del Interior ha sido convocada a primera hora de este lunes en el Palacio de la Moncloa para analizar el escenario que se abre tras la masacre de París.
También inquietan los radicales que no tienen recursos para afrontar el largo viaje a Siria y son incitados a ejecutar ataques dentro de España. Eso es precisamente lo que buscaban los tres marroquíes detenidos en Madrid por la Policía Nacional el pasado 3 de noviembre en la última gran operación antiterrorista. La célula había decidido cometer un atentado en territorio español ante sus dificultades para desplazarse a Oriente Medio. “Preocupan los nacionales que están en Siria y pueden volver a España con la determinación y la experiencia necesarias para realizar un atentado tan coordinado y sofisticado como el de París, pero también son un problema creciente los individuos que quieren marcharse y no lo consiguen, porque hay muchas opciones de que traten de realizar la yihad en casa”, asegura un funcionario de las Fuerzas de Seguridad que prefiere mantenerse en el anonimato.
Los servicios de inteligencia han detectado conversaciones en las que se anima a cometer atentados en España utilizando cualquier tipo de arma, aunque sea un simple cuchillo, y preferiblemente en objetivos blandos o poco protegidos que tengan un gran componente simbólico. El yihadismo concede más importancia incluso a la proyección mediática de sus ataques que al número de muertos que consiguen. Como reveló este diario, esas informaciones han llevado a Interior a reforzar la seguridad en el Museo del Prado de Madrid y en la Sagrada Familia de Barcelona, ante el temor de que sean elegidos para atentar por su fama internacional y la presencia masiva de extranjeros. También cumplían con el requisito de estar escasamente protegidos.
La especialidad del Estado Islámico
Con todo, las fuentes consultadas precisan que en torno al 70% de las operaciones de seguridad que se están efectuando en estos momentos está relacionado con la difusión de la ideología yihadista y la captación de radicales a través de internet y las redes sociales, una de las especialidades que más ha cultivado el Estado Islámico. Cuantitativamente, se trata del fenómeno que genera más investigaciones. “Hay una monitorización continua de portales y foros radicales para detectar quiénes son las personas que los dinamizan y si hay usuarios que difunden mensajes del Estado Islámico o divulgan contenidos propios”, explica el experto consultado. “Tenemos que investigar si se trata de simples internautas con curiosidad o están tramando realmente atentados”.
Lo cierto es que no todas las líneas en las que se está trabajando van a acabar en detenciones. “Algunas son solo falsas alarmas, y en otros casos, se trata de simpatizantes que no representan un riesgo para España”, advierte el especialista de las Fuerzas de Seguridad. “Pero el peligro es tan grande que no podemos arriesgarnos a despreciar informaciones sin comprobarlas ni tampoco esperar a que los planes terroristas estén avanzados, porque un fallo en los seguimientos de última hora puede acabar en tragedia. La llamadaradicalización exprés puede convertir a una persona en un peligroso yihadista en solo 15 días”. Ese es precisamente uno de los motivos por los que muchos de los 591 islamistas detenidos desde 2004 en España han sido puestos automáticamente en libertad.
No obstante, la Justicia está adaptándose al fenómeno. En lo que va de año, han sido apresados 63 yihadistas, una cantidad que no se alcanzaba desde 2005, que terminó con 92 detenciones. “Las nuevas leyes y la mayor sensibilidad de los jueces han hecho que se castigue el entrenamiento yihadista en el extranjero o la difusión de vídeos de atentados. La tendencia está cambiando y ahora se comprenden mejor las peculiaridades de este tipo de terrorismo”, apunta el especialista.
Trabajo conjunto de cuerpos
El centenar de operaciones que tienen en marcha los diferentes cuerpos de seguridad está siendo coordinado por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
Los investigadores de Guardia Civil y Policía Nacional introducen los nombres de los sospechosos que tienen en su punto de mira en una base de datos común y, si se detecta que algún individuo está siendo rastreado por otro cuerpo, se convoca una reunión para repartir el trabajo. El número de actuaciones conjuntas contra el terrorismo yihadista se ha disparado. La tragedia de París y el ataque aéreo con el que respondió Francia este domingo, golpeando Raqqa (Siria), la capital del Estado Islámico, elevan aún más el nivel de amenaza que afrontarán Europa y, por tanto, España.
El riesgo de sufrir atentados era precisamente el motivo que había llevado a los países de la Unión Europea a ponerse de perfil ante la guerra siria desde que estalló en 2011. Pero la virulencia de los ataques del viernes ha convencido a los escépticos que eran necesarios para que Francia desequilibrara la balanza a favor de la intervención armada en los dominios del Estado Islámico. La espiral de violencia ha completado varias vueltas en los últimos tres días.
F. El Confidencial.
