Agencias / Pekín
La ficción supera a veces a la realidad y otras, la moldea. Es probable encontrar aficionados de James Bond en la Agencia Nacional Antidrogas de Indonesia que acaba de proponer encerrar a los narcotraficantes en una isla rodeada de cocodrilos.
Lo había anunciado días atrás en la prensa local Budi Waseso, el zar contra las drogas del país. El plan consiste en confinarlos, enviarles comida a diario y que ellos gestionen como puedan su supervivencia.
El asunto generó tanta expectación que hubo de conceder otra entrevista para aclararlo: va en serio. «Meteremos tantos cocodrilos como podamos”, remarcó Waseso, quien prometió reclutar a los más fieros. Ya empezó su búsqueda por granjas del norte de Sumatra, la provincia de Papúa y la isla de Sulawesi, publica el diario español El Periódico.
La escasa tendencia de los reptiles a la corrupción los hace preferibles a los guardianes al uso, justifica Waseso: «No puedes sobornar a los cocodrilos, no puedes convencerlos para que te dejen escapar”. No es raro que internos y funcionarios sean condenados por traficar con droga dentro de las prisiones indonesias, donde la corrupción sobrevuela la severidad de las penas.
Slamet Pribadi, portavoz de la agencia, develó que sólo los condenados a muerte serán destinados a esa cárcel, para evitar otros problemas recurrentes: que sigan controlando el negocio tras las rejas o bien que corrompan a otros convictos.
«Si intentan escapar, serán devorados”, aclaró Pribadi. Waseso calificó a los narcotraficantes de «asesinos de masas” y «enemigos del Estado”.