Pixie llegó al mundo de forma prematura, pero los médicos decidieron intentarlo, porque si permanecía dentro de su madre, iba a morir con toda seguridad al no poder alimentarse, según ha publicado la web de ABCNews.
El parto fue muy estresante, no sabía si iba a sobrevivir», dijo su madre, que fue intervenida por cesárea el pasado mes de mayo. La mujer tenía la presión arterial muy alta y los médicos del Hospital Derriford en Reino Unido tuvieron que esperar para sacar la criatura.
Me dejaron poner un poco de música en el quirófano y consiguieron bajar mi presión arterial».
Así trajeron a Pixie, que llegó al mundo con 453 gramos de peso. «Era tan pequeña que los médicos utilizaron una pequeña bolsa de plástico para ayudar a calentarla.»
Al parecer es un procedimiento estándar para bebés prematuros que no superen el kilo y medio de peso.
Para Pixie funcionó esta solución que crea una especie de «efecto de invernadero» y ahora la pequeña cinco meses después ha conseguido peso.
Su madre ha contado que ya «ha empezado a hacer los que los pequeños bebés, patear y disfrutar mirando a su alrededor.»