La huella del Barcelona en la mejor época de la selección española es profunda. El equipo catalán fue la base de la España campeona del mundo (siete jugadores de los 23 eran azulgranas en el Mundial de Sudáfrica y en la Euro de 2012).
Esa marca se ha identificado siempre con una forma de jugar y con el papel de jugadores dueños del balón como Iniesta, Xavi o Cesc. Ahora, en un momento en el que defensa del equipo de Luis Enrique ha sido puesta en la diana por los tantos encajados en el arranque de la temporada (20 en 11 partidos) España puede jugar mañana en Logroño con una zaga en la que aparezcan tres jugadores del Barcelona.
Con Piqué (630 minutos jugados en la fase de clasificación, sólo superado por Busquets con 675) y Jordi Alba como fijos, la lesión de Sergio Ramos, que nunca se había perdido cuatro partidos en una clasificación, abre las puertas del once a Marc Bartra.
Para encontrar una zaga española con tres jugadores del Barcelona hay que viajar en el tiempo hasta el debut de Carles Puyol con la selección.
En el primero de sus 100 partidos con La Roja, el 15 de noviembre de 2000 (derrota por 1-2 ante Holanda en Sevilla), Camacho situó a Puyol en el lateral derecho de una zaga en la que había otros dos azulgranas (Abelardo y Sergi).
Desde entonces, el Barça no ha colocado a tres defensas como titulares en un once.
