Papa pide en oriente de Cuba superar resistencia al cambio

AP
HOLGUIN, Cuba

El papa Francisco llamó el lunes a superar la resistencia al cambio, no temer ser políticamente incorrectos y criticó el «uso» de las personas, en el inicio del segundo tramo de su viaje a Cuba con una misa campal en la provincia oriental de Holguín.

El pontífice congregó a unas 150.000 personas, según el Vaticano, y luego viajó a Santiago, la segunda mayor ciudad de Cuba, donde cerró la jornada con una visita al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a quien le llevó un ramo de flores y le rezó por varios minutos.

«Haz de la nación cubana una nación de hermanos y hermanas y para que este pueblo abra de par en par su mente, y su corazón a Cristo, único salvador y redentor», le pidió a la Virgen luego de haber rezado en silencio por poco más de 10 minutos.

La Virgen de la Caridad del Cobre es la patrona de Cuba y símbolo para sus ciudadanos dentro y fuera de la isla.    Francisco inició el día con una misa en la Plaza de la Revolución de Holguín, donde dijo que Jesús desafía a diario con preguntas sobre el cambio.

«Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos», señaló en la homilía. «Jesús genera una actividad misionera, de servicio, de entrega. Su amor… nos estimula a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias o en lo políticamente correcto», agregó.

Francisco recordó a las personas que sus conciudadanos no son «a los que se vive, se usa, se abusa», sino a los que se atiende con amabilidad.

«Fueron palabras profundas las del papa», dijo a The Associated Press, Manuel Vaz, un joven estudiante de química de 18 años, quien vino desde el poblado del Cobre con amigos para participar de la misa. «Cada cual tiene su pensamiento, hay que respetarlos a todos.».

Expresó que lo que el pontífice «hace es invitarnos a no temer expresarnos, decir lo que pensamos para fortalecer nuestra fe y nuestras propias ideas».

Unos metros más allá Jordi Pérez, de 31 años, consideró que el cambio del que habla el papa viene de sus llamados al diálogo incluso entre las personas de ideas diferentes. «Eso es un mensaje de reconciliación que Cuba como muchos otros países necesitan.

La humanidad requiere que unos y otros se entiendan», señaló. Posteriormente el vocero de la Santa Sede dijo que si bien los discursos del papa «tienen muchas dimensiones», Francisco no suele hacer referencias políticas, y habla más de las conversiones personales y el bien común.

El papa durante su homilía también reconoció el esfuerzo que hace la Iglesia católica para llevar la fe en la isla, donde el triunfo de la revolución en 1959 impulsó el laicismo en la nación caribeña.

Desafiando un calor tan fuerte que produjo desmayos entre los asistentes que caían agobiados por el sol, miles de personas se congregaron para escuchar la misa y ver al pontífice en persona. Cuando llegó en su papamóvil muchos se agolparon para saludarlo, agitando banderitas y dando vítores en su honor.

El pontífice detuvo varias veces su transporte y saludó a unos niños. ¡Estoy emocionado, valió la pena venir desde Guantánamo!, comentó emocionado con una sonrisa de oreja a oreja Darwin Díaz de 37 años y quien estuvo a metros del pontífice cuyo vehículo se detuvo casi a su lado.         Cuba es el país de Latinoamérica con menos católicos: menos de 10% de los cubanos practican la fe.

«Sé con qué esfuerzo y sacrificio la iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo», dijo.

Ayer fue un importante aniversario para el papa: el 21 de septiembre de 1953, cuando Jorge Mario Bergoglio era un estudiante de casi 17 años, fue a confesarse a una iglesia en Buenos Aires y ahí decidió convertirse en sacerdote.

El pontífice saldrá el martes de Santiago a Estados Unidos como parte de una gira que el Vaticano señaló busca construir puentes. El papa ha jugado un papel de intermediación para que ambos países se acercaran luego de cinco décadas de tensiones.

Miles de personas se habían reunido en la Plaza de la Revolución de Holguín aún antes de que el papa saliera de La Habana.

«Este es el que va a transformar el mundo, que nos hace falta, especialmente a la juventud», dijo Idael Confesor Martínez Leyva, una mujer de 58 años que llegó para la misa con un sombrero de paja con banderas del Vaticano y Cuba.

Un joven de 24 años que trabaja como inspector llegó a la plaza para asistir a la misa. «Tenemos fe en Dios y en este papa que es el tercero que viene a Cuba. Francisco busca la paz entre los hombres y los pueblos y para mí es muy importante que hable español», manifestó.

Para Ismabel Rodríguez, una muchacha de 20 años, las vivencias del papa en Cuba pueden servir para que en el exterior conozcan mejor a la isla. «Se lleva una imagen del pueblo cubano y puede contar sus experiencias aquí», dijo.

Después de la misa, el papa subió al Cerro de la Cruz, una loma popular desde donde se divisa toda la ciudad, y bendijo a Holguín. En el santuario del Cobre, en Santiago, hubo más visitas que nunca en estos días, informó Mireya Loreto, una laica voluntaria de 48 años que apoya la organización de los peregrinos que llegan.

«Recibimos más de 1.000 personas cada día en el santuario», explicó Loreto. La cifra es notable dado que el Cobre se encuentra a unos 30 kilómetros de Santiago y se accede mediante un intrincado camino de montañas llenas de árboles y pequeñas parcelas labradas.

Allí dormirá el pontífice en un antiguo convento remodelado. Este es el tercer pontífice que vista Cuba en 17 años, luego de Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas