Clama que padece sensitividad electromagnética y que sufre cuando está expuesta a las ondas de teléfonos móviles y otros aparatos eléctricos.
Con esas alegaciones y afirmando que es alérgica al wi-fi, la ciudadana francesa Mariane Richard, se presentó en los juzgados franceses.
Las cortes de Francia se han encontrado con casos similares en los últimos años, pero el de Richard es el primero que logra ganar.
En declaraciones recogidas por el diario The Times, la propia Mariane y su abogada, opinan que la suya es una victoria sin precedentes y que abre una puerta a la multitud de personas que viven con la misma condición que Richard.
Asimismo, según cuenta el Telegraph, Richard vive en un granero recluida en el campo lejos de todas las ondas que no la dejan vivir en paz.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud explica que la sensitividad electromagnética se caracteriza por «una serie de sintomas sin especificar que carecen de una base o elemento toxicológico o psicológico que permitan su verificación».
No obstante, algunos estudios médicos desmienten la existencia de esta dolencia, ya que a través de análisis, personas que padecen de esta sensitividad, no se veían afectados por diferentes ondas electromagnéticas.
