La octava etapa de la Vuelta fue caótica. Peter Sagan fue uno de los grandes damnificados. El ciclista eslovaco fie derribado por una moto cuando se disponía a dar caza a Elissonde, Losada y Gonçalves, que luchaban por mantener a raya al pelotón. El corredor del Tinkoff-Saxo, que se erigía como uno de los favoritos para hacerse con el triunfo en Murcia, la emprendió a golpes con su bicicleta. Su enfado fue monumental.
Los comisarios de la Vuelta a España decidieron expulsar de la carrera al piloto de la moto de la organización que provocó la caída de Sagan, quien a su vez fue multado por «injurias, amenazas y atentar contra la imagen del ciclismo». En aplicación del reglamento de circulación en carrera, los comisarios de la UCI tomaron tal decisión «por adelantar a un grupo provocando la caída de un corredor». El esolvaco deberá pagar 300 francos suizos (278 euros).
El otro foco de atención de la jornada estuvo en una caída que se produjo a 49 kilómetros para meta. En ella se vieron involucrados el irlandés Daniel Martin (Cannondale), el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC) y el francés Nacer Bouhanni (Cofidis). Los tres se sumaron a la lista de abandonos. El peor parado fue el corredor belga del Lotto Kris Boeckmans. Tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario.
