Encuentran a siete pandilleros muertos en cárcel de Guatemala

AP
Guatemala

Las autoridades penitenciarias encontraron ayer los cadáveres de siete supuestos pandilleros adentro de toneles de basura en una cárcel de máxima seguridad.

El vocero del sistema penitenciario Rudy Esquivel dijo a The Associated Press que durante la revisión de presos en la cárcel de máxima seguridad El Boquerón se encontró un cadáver adentro de un tonel de basura y que poco a poco hallaron los cuerpos de siete víctimas.

«Hay una presunción de que los fallecidos eran pandilleros porque el área donde se encontraron es donde está recluida la Mara Salvatrucha», añadió.

Según Esquivel, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses y del Sistema Penitenciario coteja las huellas dactilares para determinar la identidad de los convictos.

Sin embargo, adelantó que cuatro cadáveres aparecieron con bolsas plásticas alrededor de la cabeza y que todos tenían señales de asfixia por ahorcamiento, «pero aún deberá constatarse por los forenses».

El activista de derechos humanos Jorge Santos dijo a AP que «el nivel de descuido del sistema penitenciario es más que evidente y esta responsabilidad recae sobre las autoridades, y no descartamos que sea un mecanismo para generar zozobra en el país».

Alberto Brunori, representante de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en Guatemala manifestó su indignación y dijo que «urge control del sistema penitenciario e investigar más de 20 muertes de privados de libertad este año ya que esto no puede seguir así».

Las autoridades de El Boquerón encontraron el 8 de agosto a tres reclusos muertos en uno de los baños. Solo en agosto han sido asesinados al menos 11 reclusos en dos centros carcelarios, El Boquerón y Canadá. Otros ocho han muerto durante desde enero en otros penales.

En septiembre de 2014, más de 10 personas, incluido el anterior director del Sistema Penitenciario, fueron capturadas por pertenecer a una estructura de cobros ilegales a los presos para cambiarlos de prisión. Esta red era encabezada desde la cárcel por Byron Lima, un exmilitar condenado por la muerte del obispo Juan Gerardi, quien sacó a luz las violaciones a derechos humanos que cometió el ejército durante la guerra interna del país.




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