“¿Quién golpeó a periodista?”

El jefe de policía señalado por haber ordenado la golpiza a una reportera mexicana había sido escolta de la familia del alcalde

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México.-Aquel 4 de septiembre, Karla Silva miraba la pantalla de su ordenador mientras escribía un correo a su jefe, cuando escuchó una voz que la llamaba.

-¡Karla!

Se volvió y recibió un puñetazo en el ojo que le impidió ver con claridad quién la estaba atacando. “En ese momento estaba enviando un mensaje a mi editor para advertirle de que unos malandros habían ido a preguntar por mí. Entonces me tiró al suelo y siguió golpeándome en el rostro, con mucha saña. No alcancé a reconocer lo que era, pero tenía un fierro en la mano”. Ella preguntó qué quería y entonces el hombre gritó que “le bajara de huevos” a sus noticias. Mientras uno golpeaba, otro individuo vigilaba la puerta de las oficinas del diario (ubicadas a pie de calle) y un tercero apuntaba al cuello de su compañera con un cuchillo, sujetándola contra la pared. “Fueron uno o dos minutos”, después se marcharon en una camioneta blanca. La sangre corría a borbotones por el rostro de la periodista, de 24 años y corresponsal de El Heraldo de León en el pueblo de Silao, una localidad del Bajío mexicano situada a poco más de cuatro horas en coche del Distrito Federal.

Una semana después del suceso, la Fiscalía estatal anunció el arresto de dos de los agresores y la búsqueda del jefe de policía preventiva del municipio, Nicasio Aguirre, como probable autor intelectual de la golpiza. Hoy Aguirre continúa prófugo y el director operativo del cuerpo, Jorge Alejandro Fonseca, acaba de ser arrestado por haber llevado a los matones hasta la oficina donde perpetraron el ataque. Desde el primer día, la dirección del periódico vinculó el caso con el trato que la reportera recibía desde la alcaldía de Silao.

Cada jornada, Silva publicaba entre cuatro y cinco artículos. La mayoría, en una ciudad de tan solo 173.000 habitantes, relacionados con la política local y los servicios públicos. “Coladeras adornan pero no funcionan»; «Baches frente a escuelas dan pésima imagen»; «Temen a los asaltos debido a oscuridad”, rezan sus últimos titulares. De entre las decenas de notas publicadas en las semanas previas, solo en una aparece registrado el nombre del mando de seguridad que supuestamente ordenó el ataque. En la crónica se critica la dejación de funciones de la dependencia municipal al consentir que varias empresas de seguridad privada operen sin contar con los permisos exigidos. Una de estas compañías había sido noticia días antes por el maltrato a un animal y el diario comprobó que no tenía los papeles en regla.

“Karla sacaba muchas noticias, pero nada grave, trataban sobre denuncias de ciudadanos descontentos con algún servicio. Después preguntaba al presidente municipal [el priísta Enrique Benjamín Solís Arzola] sobre estas declaraciones, y eso le irritaba mucho”, comenta un veterano periodista conocedor del entorno. “Probablemente ella hacía un periodismo más crítico que otros compañeros. Aquí los medios dependen del Gobierno para sobrevivir. Nunca había sucedido un ataque, pero lo normal es que te castigan sin publicidad si no les gusta lo que publicas. De ahí puede venir el conflicto con El Heraldo”, declara esta fuente.

A las nueve de la mañana del jueves, en la reunión de cabildos del consistorio, los ediles del Partido Acción Nacional solicitan al presidente municipal que renuncie temporalmente al cargo para que las investigaciones se lleven a cabo sin interferencias, cuestionando su participación en los hechos. Hoy las sillas de prensa están llenas, con los diez reporteros instalados permanentemente en el pueblo y algún enviado de los diarios de circulación nacional. En Silao se lee, sobre todo, El Heraldo de León, AM, Al día, El Sol de León y El Correo. No existen emisoras de radio locales. La corporación está formada por cuatro concejales del PRI, cuatro del PAN, una del Verde Ecologista y un independiente. El alcalde, el síndico y el secretario son también priístas, por lo que gana el no. Solís observa la jugada callado, mirando a los reporteros y no entra en las provocaciones que lanzan los concejales.

“El presidente municipal no es buen político”, comenta Arnaldo Cuéllar, director del medio electrónico Zona Franca, “no ha sabido manejar este tema”. Antes de presentarse a las últimas elecciones, por el Partido Revolucionario Institucional, el actual edil llevaba una vida tranquila como notario, pero el candidato a gobernador por Guanajuato, el fallecido Juan Ignacio Torres Landa, le pidió que se postulara. Solís no se encuentra cómodo en la confrontación, admite, y prefiere el diálogo sosegado, sin cámaras, para lograr acuerdos como los que le han permitido incorporar importantes partidas de la federación al municipio para este año. “No todo es malo en Silao”, dice con una sonrisa nerviosa.




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