Cambio de chip, desconexión. Es lo que ha pedido el cuerpo técnico del Athletic a sus futbolistas, que llegaron a Zilina con la resaca triunfal de la Supercopa a cuestas. Tienen que vencer al cansancio físico y psicológico.
Hoy empieza otra final distinta, la de la Europa League. Si los leones quieren volver al Ayuntamiento en la gabarra, como prometió su goleador Aritz Aduriz, esta competición es una de las dos balas en la canana. Meterse en la fase de grupos es una obligación.
El Zilina eslovaco es un equipo con un potencial muy inferior, pero las fuerzas se van a igualar porque los de Valverde tienen un gran desgaste de la batalla ante el Barça (sigue el partido en directo en As.com). Perdieron al central Etxeita y el técnico dejó en Bilbao a su banda izquierda en el Camp Nou pensando en la Liga. Balenziaga podrá coger aire para su tercer marcaje sobre Messi en nueve días. Una tarea así debe envejecer dos años al jugador.
Habrá por lo tanto importantes cambios en el once. Vuelve Herrerín, el exrealista Elustondo llevará el mando y futbolistas como Aketxe y Sola deben tener cabida en la alineación. Williams reaparecerá durante unos minutos saliendo desde el banco tras su lesión en Boise. Aduriz queda como revulsivo. Los jóvenes Lekue y Sabin Merino también cuentan con sus opciones.
Del Zilina se conoce bien poco. Según el segundo entrenador del Athletic, Jon Aspiazu, tiene un estilo parecido al Rayo, juega abierto y es agresivo. En su día, llegó a disputar la fase de grupos de la Champions. Su ariete, Matej Jelic, está lanzado. El fútbol eslovaco ha progresado lo suyo. Que se lo pregunten a Vicente del Bosque, que se llevó una derrota por 2-1 en el estadio Pod Dubnom, donde se jugará hoy.
