Katie Ledecky bate el récord de 1.500 con total tranquilidad

Katie Ledecky batió el récord de 1.500 metros esta mañana en Kazán. Fue su cuarto récord en esta distancia. El último databa del 24 de agosto del año pasado, cuando completó los 30 largos en 15 minutos 28,36 segundos, en Australia, durante los campeonatos Panpacíficos. Entonces nadó bajo presión. Esta vez, en cambio, salió a clasificarse para la final. Sin más pretensión que ahorrar fuerzas para las carreras de la tarde y para las finales de mañana. “¡Estaba tan relajada!”, dijo, asombrada al salir del agua. Por primera vez desde que se bañó en la piscina del estadio del Rubin, exhibió lo que parecía una felicidad plena. Su marca, 15m 27,71s, recorta en casi un segundo el que ya es un viejo récord.

La nadadora de 18 años comentó que su entrenador, Bruce Gemmell, le había indicado que no se desgastara. “Bruce”, recordó, “me dijo que hiciera los primeros 900 sin forzar, los siguientes 300 acelerando en progresión, y los últimos 300 que hiciera lo que quisiera. Y para ser honestos me ha parecido bastante fácil. No he picado mucho de piernas. Es la demostración de mi estado de forma actual. Y me ha sorprendido estar así en unas preliminares por la mañana. ¡Estaba tan relajada!”.

Los tiempos parciales señalan que mantuvo una velocidad constante, entre los 30 y los 32 segundos cada 50 metros. Aumentó progresivamente la frecuencia de brazada a medida que disminuía la eficacia del nado, por el cansancio, y así conservó el ritmo. Apenas empleó las piernas, principal fuente del gasto energético. Solo en el último 50 aceleró picando pies. Entonces se abrió el agua en dos olas a su paso. Cubrió el último largo en 29,47s. Unos 50 metros por detrás la siguió la más rápida de sus perseguidoras, la danesa Lotte Friis. En otro universo, Friis nadó el último 50 en 31,66s, rebajando la intensidad, tal vez presa del agotamiento.

“Hacia el final me di cuenta porque vi gente moviendo los brazos en las tribunas”, dijo Ledecky, cuando le preguntaron por el momento en que percibió que estaba a las puertas del récord. “Pensé en mis padres y mis tíos que me veían en las gradas. Yo no lo esperaba. Es uno de los récords mundiales más divertidos que he roto”.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas