Con lluvia, frío o calor. A Lewis Hamilton no le para nadie en esta temporada de Fórmula 1. Ganó en Silverstone a principios de mes y ha aterrizado en Hungría con ganas de marcharse de vacaciones más líder del Mundial. En las dos sesiones de entrenamientos libres del viernes, sólo ha habido un color en la pista: el plata de su imponente Mercedes.
Rápido por la mañana y por la tarde, ni su propio compañero pudo estar cerca. Sólo los Red Bull, rápidos a una vuelta y sin fiabilidad en carrera, se acercaron a menos de medio segundo de los cronos del campeón inglés. En el corto y sinuoso trazado de Budapest también encaja el Mercedes como un guante. La pole y la victoria del domingo sólo tienen un favorito en las casas de apuestas.
Con Hamilton en el horizonte, la atención quedó en el aparatoso accidente de Sergio Pérez en la sesión matutina, sin lesiones por fortuna, y en la rotura de motor de Ricciardo ya después de comer.
Por detrás, Fernando Alonso asomó con su McLaren por la octava plaza, firmando uno de sus mejores resultados. Hungaroring es amable con el monoplaza. En la escudería británica miran hacia Singapur, ya en septiembre, como inicio de la escalada en la clasificación, y mientras tanto tratan de coger mejor color. El jueves a las once de la noche, los últimos mecánicos de Honda desfilaban por la puerta del circuito tras otra jornada tratando de entonar este decepcionante coche 2015.
«El mejor viernes del año», reconocía el asturiano que, sin embargo, no dejaba lugar a la euforia. «En la parrilla será más difícil mantenerme octavo. Es cierto que este circuito es mejor para nuestras características, no tiene apenas rectas, y espero que estamos más arriba de lo normal, pero cuando todos pongan la carne en el fuego, vuelvan los Force India, etcétera, nos pondrán en aprietos», reconoció sin restar posibilidades al fin de semana.
«El coche se ha comportado como el mejor coche que hemos tenido hasta ahora, aunque aún estamos lejos de los mejores. Veremos si estamos en torno a los dos segundos como siempre o podemos estar un poco más cerca aquí porque el circuito nos va bien y tenemos ciertas expectativas porque tiene pocas rectas y nos puede favorecer más que Spa (Bélgica) o Monza (Italia), donde tenemos pocas esperanzas», comentó.
