La derrota ante Rusia, después de una buena actuación en el choque inaugural ante Alemania, dejó las puertas abiertas a cualquier resultado de la selección. Los noventa minutos frente al cuadro holandés podrían dejar a España en la primera plaza del grupo B, en la segunda e incluso eliminada del Europeo.
Por eso, el partido exigía tener los nervios templados, meditar los tiempos del choque y mostrar una efectividad de la que España careció en el segundo duelo del campeonato. Tal vez, para devolver la confianza a un equipo con una derrota reciente, el técnico Luis De la Fuente repitió el mismo once inicial que ganó a Alemania en la primera jornada.
Alfonso Pedraza, expulsado en aquel encuentro, y Borja, lesionado en el segundo con Rusia, volvieron a ser titulares para completar una alineación ganadora. España dominó casi todo el partido y, sobre todo en la primera parte, pudo sentenciar el pase a semifinales.
Tuvo múltiples ocasiones, pero fue Damon Mirani, en propia meta tras una jugada de Marco Asensio, quien subió al marcador un tanto del conjunto de Luis De la Fuente. Era el minuto ocho y quedaba un mundo en el que España intentó esclarecer aún más su pase a la siguiente ronda.
Lo pudo hacer por medio de Asensio, de Rodrigo Hernández y de Borja Mayoral en dos ocasiones, pero el guardameta Joël Drommel y la falta de puntería, evitó más goles antes del descanso. El paso por vestuarios no sentó bien a España, que cedió terreno y Holanda, necesitada de una victoria para seguir en el torneo, salió al ataque por primera vez en todo el partido.
Su atrevimiento tuvo su recompensa en el minuto 54 gracias a un penalti que transformó Pelle van Amersfoort para empatar el partido. El resultado en el otro encuentro que disputaban Rusia y Alemania, en esos momentos con victoria para los primeros, no ayudaba nada a España, que podía quedarse fuera del Europeo con otro gol de Holanda.
