Muere un hombre a los 33 años y con 412 kilos de peso

Carl Thompson se había comprometido a bajar de peso hace un mes cuando los médicos le dijeron que su obesidad le mataría. Él había contado que la muerte de su madre le había llevado a engordar aún más, hasta los 412 kilos. Aunque también había reconocido que le gustaba mucho comer

Thompson vivía encerrado en su casa. Necesitaba ayuda de los trabajadores sociales para comer y asearse. En los últimos años, desde la muerte de su madre en 2012, había pasado todo el tiempo entre su casa y el hospital.

Tras la advertencia de los médicos hace semanas, el joven se comprometió a bajar de peso y pidió ayuda de un nutricionista y psicológica.
Pero la policía tras acudir a su casa, ha confirmado su fallecimiento en un comunicado. Los investigadores no creen -recoge el diario Daily Mail- que la muerte de Thompson sea sospechosa.




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