Leonel vuelve a la carga!!: cuestiona reforma y pide se blinde Constitución

RD-SANTO DOMINGO.- El ex presidente Leonel Fernández hizo este lunes una serie de cuestionamientos a la reforma que acaba de hacer la Asamblea Revisora de la Constitución de la República Dominicana.

Opinó que, en una futura enmienda, la Carta Magna debe “blindarse”,  de manera tal que “no sea tan frágil o vulnerable a cualquier tipo de modificación”.

“Debe hacerse una reforma que se exprese de manera tan clara, precisa y directa, que jamás pueda haber dudas de que en los casos expresamente estipulados, para su modificación se requiera de  mayoría calificada y de la realización de un referendo aprobatorio”, dijo.

“Así protegeremos mejor nuestra Constitución y nuestra democracia”, dice el también presidente del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en un artículo titulado “El Futuro de la Reforma Constitucional” que publicó este lunes en el periódico Listín Diario.

Fernández, quien hasta hace poco estuvo aspirando a ser de nuevo presidente del país, dice que “en principio,  se entendía que la Constitución del 2010 fue concebida como una Constitución rígida” y que “al ser nuestra Carta Magna” tenía una posición jerárquica superior en el orden jurídico y que  sería de difícil reforma o modificación.

“ Teníamos la certidumbre de que bajo el Título XIV, referido a las reformas constitucionales, sus dos capítulos, el relativo a las normas generales y el de la Asamblea Nacional Revisora,  así como los seis artículos que se extienden desde el 267 hasta el 272, nuestra Carta Magna era una especie de código constitucional rígido, sometido a un procedimiento especial, que tornaba difícil su reforma o modificación”, enfatiza.

Sin embargo, agrega, no resulta  así . “En los debates que se suscitaron entre destacados miembros de nuestra comunidad jurídica, en relación a la reciente reforma a la Constitución, surgieron distintos análisis y diversas explicaciones  acerca del procedimiento de reforma de nuestro texto constitucional, lo que generó desconcierto y confusión”, expresó.

El artículo

El artículo de Fernández es el siguiente:

“En principio,  se entendía que la Constitución del 2010 fue concebida como una Constitución rígida. Eso quiere decir que al ser nuestra Carta Magna,  y, por consiguiente,  disponer de una posición jerárquica superior en el orden jurídico,  sería de difícil reforma o modificación.

Desde un punto de vista técnico-legal, es lo que la diferencia de una Constitución flexible, la cual puede ser modificada o derogada por el Poder Legislativo, mediante el mismo procedimiento ordinario que se instituye para la aprobación de las leyes.

En los sistemas de Constitución flexible, como es el caso, por ejemplo, del Reino Unido y Nueva Zelanda, la Constitución y las leyes, como fuentes del Derecho, se encuentran sometidas al mismo nivel dentro del orden jurídico.

No ocurre así con una Constitución rígida, como es el de la mayoría de los países, en la que al proclamarse su supremacía sobre cualquier otra normativa o disposición legal, se requiere, para su modificación o derogación, no de una ley ordinaria,  sino de un procedimiento especial, con respaldo de una  mayoría calificada. En algunos  casos, hasta de la realización de una consulta popular o de un referendo aprobatorio.

Así creíamos que era en la República Dominicana. Teníamos la certidumbre de que bajo el Título XIV, referido a las reformas constitucionales, sus dos capítulos, el relativo a las normas generales y el de la Asamblea Nacional Revisora,  así como los seis artículos que se extienden desde el 267 hasta el 272, nuestra Carta Magna era una especie de código constitucional rígido, sometido a un procedimiento especial, que tornaba difícil su reforma o modificación.

No resulta  así. En los debates que se suscitaron entre destacados miembros de nuestra comunidad jurídica, en relación a la reciente reforma a la Constitución, surgieron distintos análisis y diversas explicaciones  acerca del procedimiento de reforma de nuestro texto constitucional, lo que generó desconcierto y confusión.

Esa experiencia nos obliga, para una futura reforma, instituir  un empleo más preciso del lenguaje y una mejor interrelación de los textos, que permita, en lugar de  un razonamiento analógico, hacer uso de una interpretación literal y directa de nuestra Carta Sustantiva, que la haga menos proclive a la ambigüedad y al equívoco.

FUENTE: ALMOMENTO.NET




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